Se acerca decididamente a la estructura de un sketch cómico, pero no.
La CTC, iniciando los noventas, se encontraba con todas las ganas de seguir telefonizándolo todo. Los teléfonos públicos, de estar sólo en el centro y un poco más, ahora era posible encontrarlos por todos lados, incluso en el campo y en muchos barrios. Y el volumen y la variedad de los llamados cursados por la red telefónica cada dÃa, pinchando por aquà y por allá, desde muy temprano en la mañana hasta la noche, daba pie a poco menos que verdaderas historias. Si no te comes la comida… ¿Carabineros? ¿Aló? SÃ, yo también te amo, en serio… Ja, ja, ja, ja, no te puedo creer…
Si la idea que inspiró los “zapping” noventosos del Jappening no fue ésta, posiblemente estuvo casi.
[vÃa]