Esto es súper inverosÃmil, nadie lo creyó, pero al final, igual no más lo aceptamos. Como aceptamos toda la fantasÃa de la tele. Mira que con una servilleta se puede secar una laguna entera… anda a creerte eso. Pero era divertido ver a la mamá toda alegre haciendo un barquito de servilleta para que la bendi vaya a ponerlo en el agua y pueda verlo flotar. Con lo que no contaban era con la astucia de la servilleta Abolengo y su galáctico poder absorbente. Ver la cara del cabro chico después de secar la laguna, asà como mirando pa’l lado y pensando “¿cómo le explico lo que pasó?” no tiene desperdicio.
[vÃa]