*toc* *toc* Fensa, hecho para durar.
La lavadora de tambor enlozado cuyo diseño y funcionalidad básicos no cambiaron por décadas. En tiempos en que en muchas casas todavía se lavaba la ropa a mano, en la artesa o en la batea y con escobilla o jabón Popeye, las soas que tenían “lavadora” ya se podían considerar de un nivel más arriba.
Y era cierto: estas Fensa de tambor duraban años. En tiempos en que se valoraba lo durable, el *toc* *toc* en el réclame de la tele no fallaba. Aunque, con el paso del tiempo, las piezas plásticas o de goma se rompieran, y hubiera que afirmar la manguera con un alambrito. Si hubieran llegado los marcianos armando mocha, las Fensa hubieran servido de búnker.
Un caso único.
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