El despertar en la mañana con la radio y que salga un DJ súper energizado (y súper gritón), no pasaba de ser algo disparatado, digno de película gringa. Hasta que apareció este réclame de Crunch. Tal vez el crocante, en cuanto a producto, sea más bien un meh… pero pasando a la fantasía publicitaria, si se es al menos medianamente creativo, daba para mucho. Y sí, poh. Si hay que armar un Crunch gigantesco, hagámoslo con to’o, si no pa’ qué.
Y ojo, que tiene parte 1 y 2.
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