¿Se habría podido reencantar a un isleño de alguna isla perdida en el Caribe con comer coco, cuando lo único que se veía en todas direcciones eran cocos? Según Soprole en 1992*, sí. Así que inventaron un nuevo postre que pintaba re bien pero duró re poco, el Choco Troco. Un postre de coco con salsa de chocolate. Medio cargante el loro… pero nunca tan taimado como pa’ enojarte con uno. ¡Choco Troooocoooo! Los loros son chistosos. Pa’ mí, al menos.
¿Tucán? Bueno ya, tucán. Loro, tucán, la misma idea.
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