Al poco rato de haberse transformado en Telefonica (sí, sin tilde), la relanzada compañía estrenó en sociedad su nueva tarjeta prepagada: la Tarjeta Línea Propia. Si me lo preguntan, un nombre innecesariamente largo. Y para promoverla, echaron mano de su rostro estrella, el futbolista Iván “Bam Bam” Zamorano. Se montaron un cuento en una casa donde vivía una numerosa familia de fanáticos del fútbol, de La Roja y de Zamorano, comenzando por el dueño de casa. Y estaba tan establecido que las llamadas debían ser con la tarjetita, que ni al mismísimo Bam Bam, que quedó en pana con el auto, le prestaron el teléfono sin tarjeta. Con tarjeta, compadre.
Al poco rato cacharon que ese nombre largo no era buena idea. Y ni con tarjetas de Pokémon lo arreglaron. Les quedó peor: “Tarjeta Línea Propia Pokémon”. Salieron, al fin, con la sigla TLP como marca, lo que al final no fue una idea tan brillante (es que, en serio, TLP no me dice nada), pero era menos horrible que usar su nombre completo. Y la tarjeta servía hasta para acceder a Internet. ¿Habrá sido conveniente llamar o “navegar” así? Permíteme dudarlo.
[vía (0:11)]
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