A Soprole, a ratos, le penan demasiado sus campañas viejas. Y es que no, no hay caso, olvÃdenlo, asúmanlo de una, cada vez que tiran el nuevo spot de los Postres de la Abuela, es instantáneo para toda una generación recordar este otro: el de la abuela que se resignaba a admitir que la leche asada Soprole era casi-casi-casi tan buena como la suya.
Tranquila, weli… Soprole todavÃa no sabe tejer. Y no va a aprender. No va a aprender.
[vÃa]
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