Hubo un tiempo en que las galletas las empezaron a hacer más pequeñitas. Y les fue bien. A tal punto que, no habiendo pasado mucho rato desde las Mini McKay, Costa también quiso y nos trajo las “chiquigalletas”, que en realidad fue una manera de llamar a sus versiones mini de las galletas que ya tenÃa en paquete grande (no alcanzó a ser ni marca). Y para promocionar tal copia, pues que hicieron uso de la clásica comedia dosmilera, con un galán engrupidor capaz de lanzar las adulaciones más cursis y falsas para conseguir galletas: “Déjame mirarte un segundo... Wow, qué ojos que tienes... No me mires asà porque vas a romper mi corazón...”
Pero, en fin. Humor que se quedó en los dosmiles.
[vÃa]
0 comentan