En la era noventosa, si te urgía vender un producto tecnológicamente sofisticado, o futurista, o de plano revolucionario o innovador, o si por último te querías “picar” a alguno de esos conceptos, siempre podías recurrir a tu vieja confiable: agregar “2000” al nombre de tu invento. Fácil. Así tuvimos dosmiles para tirar a la chuña antes del 2000. La (aún) CTC, por esos años, nos quiso meter la revolución de la telefonía fija, antes que se le acabara la cuerda: el “Superteléfono 2000”. Un teléfono que venía con botones extras para acceder a los servicios anexos clásicos que ya no podían faltar en estas cosas: llamada en espera, contestadora, conferencia tripartita, seguridad, etecé, etecé… Al “Superteléfono 2000” le pusieron de todo, excepto, *excepto* identificador de llamados. ¿Querían el teléfono fijo definitivo? Pues no, mi ciela, eso tenía otro precio... Lo más “meh” de todo esto era que se trataba de servicios que ya se podían usar en cualquier teléfono, siempre que se recordara el número corto o combinación de botones (cosa que nadie hizo). Al cabo de unos pocos años, el teléfono fijo ya no brillaba en nada, y prácticamente se sostenía sólo por ser más económico.
Este spot se pasó en regiones. Específicamente, esta versión salió en Osorno. Aquí en Santiago vimos otro. Pero el producto es el mismo.
Me pregunto si Plan Z lanzó el “Desenchufeitor 2000” luego de ver esta cosa.
* Emitido en 1998.
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