HabÃa partido la era noventosa y Lada, llegada hace muy poco, vio como sus tocomochos agarraron más vuelo que la cresta. La gracia era que, con la misma plata que se podÃa comprar un auto usado de marcas tradicionales, se podÃa conseguir un Lada nuevo. Y es que la diferencia en plata, esta vez sólo considerando autos nuevos, igual era contundente: en tiempos en que un auto de marca tradicional no muy rimbombante podÃa costar 4 millones de pesos de la época, un Lada Samara costaba alrededor de 2 millones y medio, y el Lada “taxi” estaba saliendo a menos de 2 millones. Pero Lada… no me la vengai a vender que tus autos eran pa’ la clase media-alta. No seai grupiento po.
El auge de Lada, en todo caso, no duró mucho. A los pocos años se fueron de Chile.
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