Sí, amigos pipiripaítos. Porque... ¿qué podría tirar más pinta en la nueva década ochentosa que un crédito con chequera? Entonces DIN se puso manos a la obra y reemplazó esa vieja usanza de ir anotando en la misma boleta las cuotas o "letras" pagadas de un artefacto comprado en una tienda comercial. Chao a las boletas que después de un año o dos quedaban más dobladas que plata pa' pan. En vez de eso tan anticuado, inventemos una "chequera", donde cada "cheque" sea una cuota y en la que, cada vez que el cliente llegue a la tienda para pagar su cuota mensual, en caja le timbren la chequera y le corten el talón. ¿Choriflai, cierto?
Todo esto ocurría a comienzos de la década ochentosa en Chile. Aunque... por esos años el "crédito multi rotativo" (CMR para los amigos) lanzado por la gran F ya les estaba empezando a respirar en la nuca a todos...
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