Ya salió nuevo capÃtulo y, por suerte, ya tenÃa mi popcorn de 20 kilos listo y a la mano. El capÃtulo de esta vez revisará algunos de los concursos tevitos más recordados de la televisión local y de cómo una idea de unos juegos europeos entre ciudades terminó inspirando verdaderos monstruos como el "It's a Knockout" australiano y el siempre recordado "El Gran Juego de la Oca".
Por aquÃ, en Chile, bien gracias, habÃan artistas... pero igual dábamos pena haciendo tele con
el vuelto del pan. Nuestra utópica TV cultural sin publicidad.
En 1990, el tema "Mi Abuela" interpretado por Wilfred Morales, de Wilfred y la Ganga, fue un hit en Chile. El tema era malo, es más, hasta el mismo Wilfred cuenta que fue una parodia. Pero aún asà y con todo, dio pie para que aparecieran las tÃpicas publicidades colgándose de la canción de moda. Tanto, que hasta la mayonesa Hellmann's quiso hacer su versión. Eso sÃ, 0% centroamericana. O casi.
Y ya que estamos con gaseosas de naranja que lanzan sabores alternativos, asà como la CCU tenÃa su Kem Piña y la Coca-Cola lo habÃa intentado con su Fanta Sol, la Pepsi (cuando todavÃa no era recuperada en Chile por la CCU) lanzaba un nuevo sabor para su Mirinda. Por ahà está el spot de lanzamiento de Mirinda en Chile, en muy mala calidad, pero es lo único que hay. Mejor suerte corrió su sabor alternativo de piña, lanzamiento para el cual recurrieron a los personajes de Looney Tunes. Ni Bugs Bunny salvó a una gaseosa mala de ser mala. El cuento es que cuando CCU recuperó las licencias de PepsiCo, privilegió a Crush, y Mirinda... se fue con su buena PLR.
Ya en 1974 los niños nos hablaban sobre abusos sexuales y violaciones en televisión abierta en horario familiar. Pero sin mencionar ni "abuso" ni "violación". Sin palabras.
Hoy todo eso no es más que nostalgia. Pero en esos ya lejanos dÃas, lo único que uno querÃa era que la primavera terminara luego y llegara el verano, o bien, que mamá cambiara de radio. Lo último no ocurrió nunca.
En casa comprábamos Abolengo porque era barata. Y cuando esa servilleta barata empezó a salir en la tele como la servilleta más absorbente de la galaxia, me sentà hasta más digno. O al menos una sensación de existencia difÃcil de definir o de darle un nombre. TeorÃa del capitalismo, ayúdame.
La abominación apareció. El fondo blanco, esa mujer saltando al vacÃo, la música creepy, el efecto sobre la imagen cuando se muestra el par de botellas. Todo eso apareció nuevamente por casualidad cuando revisaba en YouTube tandas de comerciales antiguas y me encuentro en el canal de Telearchivos esta joya. Y vuelve todo el recuerdo de lo que ocurrÃa al terminar el comercial: la imagen de las dos botellas con el fondo blanco permanecÃa fija en pantalla por varios segundos, y la música de terror aparece. Intento apagar ese aparato, luego desenchufarlo, pero nada, las botellas siguen ahÃ. Es entonces cuando no atino a otra cosa que correr... ¡para que esa botella de Nivea Milk en pantalla que sale de esa caja tonta no me coma!
Durante los 80s, en casa ni vimos máquinas lavadoras ni nada que se le parezca. Pero no, no por ser pobre se va a seguir con eso de lavar con jabón Popeye, no, hace rato que eso ya habÃa sido abandonado. Eso sÃ, se lavaba a mano, con detergente en polvo y una escobilla plástica. Una tortura para todas las prendas. Éramos anticuados, pero no tanto. Aunque algo me hace pensar que esa ropa era de mucha mejor calidad que la ropa actual, para que resistiera tamaña tortura, claro.
Mi vieja admiraba a este señor. El asunto es que se murió hace 31 años, un dÃa como hoy 27 de julio, con tan solo 37 años, producto de un cáncer gástrico.
REC desenterró de sus archivos este momento de culto, cuando en 1986, con toda la fiebre del cometa Halley, Hernán llega al tecnológico ¿laboratorio? del Profesor Rossa a buscar una foto "en color" del mentado cometa. Un cometa que como ya sabemos, casi nadie vio.
Con pocas lucas se hacÃa tele bonita. Pero todo cambió. Todos cambiamos.
No, aquà no aparece ni el Quico ni Pablito Ruiz. Por cierto, Ruiz le hizo publicidad a Yogu-Up que era otro producto, yoghurt lÃquido con jugo de fruta (cómo habrá sido esa mezcla, ¿parecida al Hugo leche y jugo?). Y aunque no me lo crean, nunca en mi vida he consumido Yogu Yogu. Hay quienes nunca han visto pelÃculas ultra famosas. Pues a mà me pasa con algunos productos.
Y antes que me pregunten y como veo que en este spot simplemente se las denigra como objeto innecesario, sigo prefiriendo el yoghurt con cuchara. Asà que, cucharas unidas jamás serán vencidas y tienen todo mi apoyo. Es más, si me traen un aflanado Lechesur... ¡me convierto en uno de ustedes!
Ya saben la historia de la Fanta: la crearon en la Alemania nazi cuando les cortaron el suministro de ingredientes para hacer Coca-Cola. Pescaron lo que sobró de las manzanas que usaban para fabricar sidra, le agregaron el suero de leche que sobraba de la fabricación de quesos, sacarina, algo de azúcar y ya. Esa fue la primera Fanta, hecha de desperdicio prácticamente. Luego terminó la guerra y junto con la recuperación de su producción por parte de Coca-Cola, se crearon otros sabores, particularmente, el icónico sabor a naranja que tanto me gustaba. Y digo "gustaba" porque la actual, con la reformulación para bajarle el contenido de azúcar, ya no sabe a nada. Pero es que a nada.
Asà como la ven. Una muestra del futurismo de fines de los 50s y la era espacial. Cualquier bla blá que pueda escribir se queda corto. Muchos la recordarán por ser la tele del pollo Al de la jugueterÃa en Toy Story 2. Hubo varios modelos, incluyendo la Decorator (la del pollo Al) y otra de pedestal. Lo cierto es que las ventas no la favorecieron mayormente y, más aún, tenÃa problemas y no era muy confiable, tanto que fue descontinuada entrando los 60s.
Rastros audiovisuales de RC Cola aquà en los sudacas la verdad es que escasean. No hay mucho, más bien no hay casi nada, a diferencia de USA, donde abundan, siendo mis favoritos la campaña setentera "Me and My RC" y más atrás en el tiempo, el par de spots que le hizo Nancy Sinatra el '67. TenÃan su onda esas campañas.
Lo único que hay por acá y que se conserva son, primero, este aviso que fue emitido en Perú en los 70s.
Y luego, este aviso emitido en Paraguay en los 90s (y que no descartarÃa que haya sido hecho en los 80s).
A mà y a los oompa loompas nos encantan los formatos raros. Si son antiguos, mejor.
El Seeburg 1000 fue creado por la Seeburg Corporation e introducido en 1959 y era un aparato para reproducir música ambiental. Era capaz de contener 25 discos de 20 tracks (en realidad 40 minutos) en cada lado. Y de ahà su nombre, 20 x 25 x 2 = 1000. ¿Se acuerdan de las 1000 canciones del primer iPod? Pues esto es un poco más... arcaico nada más. Reemplazó a otro aparato, el Seeburg Library Unit, que hacÃa lo mismo pero con discos comunes y corrientes de 45 RPM. Además el formato de los discos era especial, ya que estos discos de la Seeburg 1000 eran de diámetro 23 cm., con un diametro de agujero central de 5 cm., y giraban a una velocidad de 16 2/3 RPM (la mitad de un long-play de 33 1/3 RPM). El brazo fonocaptor contiene 2 agujas de diamante de 0.5 mil, algo más delgada que las tÃpicas de 0.7 mil, con un mecanismo especial que permite reproducir ambos lados de cada disco sin intervención humana.
Por cierto que en YouTube existen muchos registros de la música que se distribuÃa en este sistema, aunque mi favorito por ahora es Fardemark, quien ya va en el sexto compendio del Seeburg 1000 y se las ha ingeniado para, con tocadiscos convencionales y algunas adaptaciones, volver a extraer la música de estos antiguos y raros vinilos.