Así se anunciaba el pisco Capel a comienzos de los ochentas. Vale, aquí no aparece la Argandoña, ni nada que se le parezca. Ni siquiera modelos. Esto se hizo con el vuelto del pan. Eran tiempos en que la torta parecía estar mucho más repartida y donde había un omnipresente y dominante Pisco Control. Da la impresión de que nos conformábamos con cosas más simples. Bastaba mostrar el estilo de vida "sencillo" de cierta gente que gustaba de montar a caballo, jugar tenis y cosas así. Con eso bastaba.
Es algo bastante más "amable" de lo que he mostrado antes aquí, del alcohol consumido en forma responsable y recatada, sin acudir a mensajes con guiño sexual ni a tomar gritando como si no hubiera un mañana.
Es raro que lo diga pero... ¡me gusta! OK, no tanto.

"Mentira que hicieron esto..." pensé, mientras me topaba que alguien en Facebook compartió esto. O sea que resulta ser que la icónica y épica "We Are The World" tuvo su fotocopia chilena. Una versión presentada en Más Música en abril de 1985 por la mismísima Andrea Tessa que contó con 27 artistas de esos de la década ochentosa y que, querámoslo o no, cargan con el estigma de ser los artistas de la dictadura, de ser esos artistas que tenían pega asegurada en Sábados Gigantes (la gran mayoría aparecían ahí). Y si interesa una lista copypasteada, aquí está, porque la verdad es que no recuerdo ni la mitad de los nombres: José Alfredo "Pollo" Fuentes, Gloria Simonetti, Gervasio, Jorge Caraccioli, Mónica de Calixto, Roberto "Viking" Valdés, Patricio Renán, Soledad Guerrero, Myriam Hernández, Marcelo, Sebastián, Luis "Lucho" Muñoz, Wildo, Luis Jara, Miguel "Negro" Piñera, Sergio Lillo, Juan Antonio Labra, Zalo Reyes, María Inés Naveillán, Cristóbal, Luis Dimas, Andrea Labarca, Carlos Vásquez, Ginette Acevedo. Y eso que no son los 27.
Me referí a esto como una fotocopia. Y dije "fotocopia" porque, aceptémoslo, hay que guardar las proporciones. La intención se entiende y se valora, pero a esto le faltó pagüer. Se quedó en la intención del "video bonito". Y eso que he preferido no meterme en los comentarios de este video en YouTube, que como siempre disparan contra todo. Que le estaban cantando a los niños de África mientras niños chilenos sufrían todos los días en dictadura, que fue una mala copia, que los niñitos son todos rubiecitos, y por cierto, más de alguno extrañando a los artistas chilenos que por razones obvias de marginación de los medios, o porque simplemente no estaban ya con nosotros, no aparecieron.
¿Habrá valido la pena este rescate? O bien, como decía otro comentario, ¿más habría valido dejar este pedazo de alucinógeno audiovisual en ese cassette Betamax olvidado en donde estaba?
