Asumámoslo, éramos un paÃs penca. Tomar Coca-Cola o jugo de fruta natural era un lujo y lo que se acostumbraba en dÃa de semana era tomar "jugo" de sobre. Ya sabe, entre comillas. Imposible no recordar el mito urbano que dice que "el jugo Yupi rojo da cáncer". Pero este "jugo" no jugó a formar parte de la mesa familiar o a apuntar a los niños (como el Yupi, el Fla-Vor-Aid o tantos otros), sinó que se situó en otros escenarios, incluyendo el recordado (hasta hoy) spot ambientado en una cantina. Todo normal, hasta que alguien, valientemente, en vez de whisky pide Caricia. Todos largan a reir al comienzo, pero de a poco comienzan a paralizarse mirando tal escena, hasta que, luego que ese forastero osara tomarse ese gigante y helado vaso de 5 litros al seco, corren al mesón a exigir el suyo.
¿Me creerÃan si les digo que un vaso de ésos en un dÃa de calor en los ochentas representaba la felicidad absoluta?
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