No me vengan con cuentos. ExistÃan los perfumes (carÃsimos)... y las colonias (tÃpico regalo de cumpleaños, de santo, de Navidad, etecé, etecé, etecé). Pero, pese a ser un producto de medio pelo que aspiraba a vestirse de un status que no tenÃa, y dárselas de "eau de toilette" o, en su defecto, "eau de cologne", por la época, le resultó. Estaba la emblemática Coral (con comercial de Cecilia Bolocco y todo... ¡esto es del año siguiente a cuando ganó el Miss Universo!), o si no la Gelatti (carnet al -8) o bien esta mÃtica Jean Les Pins (pronúnciese bien a lo huaso, "yanlepán"). La estética es tÃpica de los ochentas, tonos entre dorados y sepias, siluetas de mujeres echándose el producto tal si fuera agua mineral (saludos, Mr. Santis) y si sumamos el efecto borroso del video de esos años tenemos el ambiente perfesto.
No me vengan con cuentos. ExistÃan los perfumes (carÃsimos)... y las colonias (tÃpico regalo de cumpleaños, de santo, de Navidad, etecé, etecé, etecé). Pero, pese a ser un producto de medio pelo que aspiraba a vestirse de un status que no tenÃa, y dárselas de "eau de toilette" o, en su defecto, "eau de cologne", por la época, le resultó. Estaba la emblemática Coral (con comercial de Cecilia Bolocco y todo... ¡esto es del año siguiente a cuando ganó el Miss Universo!), o si no la Gelatti (carnet al -8) o bien esta mÃtica Jean Les Pins (pronúnciese bien a lo huaso, "yanlepán"). La estética es tÃpica de los ochentas, tonos entre dorados y sepias, siluetas de mujeres echándose el producto tal si fuera agua mineral (saludos, Mr. Santis) y si sumamos el efecto borroso del video de esos años tenemos el ambiente perfesto.
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