De inicio suena raro. Ya acostumbrados a la tecnología de ahora que nos permite en una pantalla plana ver imágenes en altísima resolución, cuesta de primeras creer que las primeras aproximaciones a lo que conocemos por televisión hayan sido, en parte, en base a la mecánica. En parte, claro, porque mecánico mecánico no fue.
La semilla del que se considera el primer prototipo práctico de televisor la encontramos a fines del siglo XIX, cuando en 1884 un joven estudiante alemán muy clever llamado Paul Gottlieb Nipkow inventó y patentó el primer sistema de televisión electromecánica, el cual se fundaba en un disco, que lleva su nombre, obvio (Disco de Nipkow) y que tenía agujeros en línea en espiral hacia el centro del disco, (como los surcos de los vinilos, pero puntos discretos y bastaaaaaaante más "prehistóricos"). La gracia de un disco así era que permitía "escanear" una imagen, y al girar el disco, cada punto capturaba una parte de la imagen, la cual era convertida por un sensor de selenio en pulsos eléctricos y transmitida como ondas de radio. Pero esto no fue práctico hasta que inventaron los amplificadores a tubo. Otros diseños fueron variaciones del disco original de Nipkow y la introducción de la pantalla CRT (cathode-ray tube) o, para los amigos, las pantallas convencionales. Eso fue novedoso en todo caso.
Pero todos esos avances no metieron mucho ruido hasta que llegó un señor escocés de nombre John Logie Baird que, tomando como base el sistema de Nipkow, incluyendo su disco agujerado, logró transmitir siluetas (¡siluetas!) en Londres en 1925, e imágenes en movimiento al año siguiente. El sistema de Baird era capaz de transmitir imágenes a 30 lineas de resolución vertical, formando imágenes angostas y largas, en vez de las pantallas anchas y cortas (tipo paisaje) que actualmente tenemos. La imagen era bastante inestable y a ratos había que hacer algún esfuerzo para "ver" la transmisión. Junto con eso, inventó además el primer sistema de grabación de video, el Phonovision que, aunque fue sólo una prueba de concepto y con unos pocos discos que sobreviven hasta el día de hoy, tomaba los mismos impulsos eléctricos producidos por su sistema de televisión, los convertía al espectro de ondas sonoras y los grababa en discos de cera, con la misma tecnología que existía en ese tiempo para grabar audio.
Naturalmente que luego seguirían avances que eventualmente llegaron al primer sistema completamente electrónico, el incremento de líneas de resolución, las primeras señales experimentales, y un laaaaargo etcétera. Cabe destacar que el primer servicio, semejante a la televisión convencional que tuvimos por décadas, lo inició la BBC en 1935 (o al menos ellos afirman eso). Pero este artículo sólo pretendía mostrar una forma de televisión que de primera cuesta creerla, hasta que uno se topa con ella.
Para que se hagan una idea de cómo era el televisor de Baird, aquí hay un video que muestra el sistema y, al tiempo que el disco de Nipkow gira a una velocidad altísima, se va formando la imagen en "tiras" verticales, en este caso 32. Se puede notar la imprecisión a la hora de formar la imagen, pero qué más le vamos a pedir a una tecnología de hace un siglo. Naturalmente que la señal electromecánica se tuvo que obtener a partir de una señal electrónica actual por medio de un conversor.
La semilla del que se considera el primer prototipo práctico de televisor la encontramos a fines del siglo XIX, cuando en 1884 un joven estudiante alemán muy clever llamado Paul Gottlieb Nipkow inventó y patentó el primer sistema de televisión electromecánica, el cual se fundaba en un disco, que lleva su nombre, obvio (Disco de Nipkow) y que tenía agujeros en línea en espiral hacia el centro del disco, (como los surcos de los vinilos, pero puntos discretos y bastaaaaaaante más "prehistóricos"). La gracia de un disco así era que permitía "escanear" una imagen, y al girar el disco, cada punto capturaba una parte de la imagen, la cual era convertida por un sensor de selenio en pulsos eléctricos y transmitida como ondas de radio. Pero esto no fue práctico hasta que inventaron los amplificadores a tubo. Otros diseños fueron variaciones del disco original de Nipkow y la introducción de la pantalla CRT (cathode-ray tube) o, para los amigos, las pantallas convencionales. Eso fue novedoso en todo caso.
Pero todos esos avances no metieron mucho ruido hasta que llegó un señor escocés de nombre John Logie Baird que, tomando como base el sistema de Nipkow, incluyendo su disco agujerado, logró transmitir siluetas (¡siluetas!) en Londres en 1925, e imágenes en movimiento al año siguiente. El sistema de Baird era capaz de transmitir imágenes a 30 lineas de resolución vertical, formando imágenes angostas y largas, en vez de las pantallas anchas y cortas (tipo paisaje) que actualmente tenemos. La imagen era bastante inestable y a ratos había que hacer algún esfuerzo para "ver" la transmisión. Junto con eso, inventó además el primer sistema de grabación de video, el Phonovision que, aunque fue sólo una prueba de concepto y con unos pocos discos que sobreviven hasta el día de hoy, tomaba los mismos impulsos eléctricos producidos por su sistema de televisión, los convertía al espectro de ondas sonoras y los grababa en discos de cera, con la misma tecnología que existía en ese tiempo para grabar audio.
Naturalmente que luego seguirían avances que eventualmente llegaron al primer sistema completamente electrónico, el incremento de líneas de resolución, las primeras señales experimentales, y un laaaaargo etcétera. Cabe destacar que el primer servicio, semejante a la televisión convencional que tuvimos por décadas, lo inició la BBC en 1935 (o al menos ellos afirman eso). Pero este artículo sólo pretendía mostrar una forma de televisión que de primera cuesta creerla, hasta que uno se topa con ella.
Para que se hagan una idea de cómo era el televisor de Baird, aquí hay un video que muestra el sistema y, al tiempo que el disco de Nipkow gira a una velocidad altísima, se va formando la imagen en "tiras" verticales, en este caso 32. Se puede notar la imprecisión a la hora de formar la imagen, pero qué más le vamos a pedir a una tecnología de hace un siglo. Naturalmente que la señal electromecánica se tuvo que obtener a partir de una señal electrónica actual por medio de un conversor.
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