Si a usté, amable visitante, le rayan las cosas añejas tanto como a mí a veces, seguramente se habrá topado alguna vez con un antiguo comercial setentero en blanco y negro donde aparece un típico chileno de la época saboreando un trozo de chancho en un asado familiar. Pues no era el único. También hay otro en un ambiente playero donde la gracia con el pedazo de chancho -de la carne de chancho, se entiende- la hace una dama. Escuche qué bien le sale el "chanchito sabrosiiiiitooooo..."
De antología.
Aportazo de museopublicidad.
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