Eran los viejos y rancios ochentas. A la cerveza se le llamaba "pilsener" o, más popularmente, "pilsen". Venía en deslucidas botellas de algo más de medio litro, de vidrio café, nulo diseño y rasca etiqueta. ¿Y cómo la vendían? Pa' quitar la sed. Refréscate con una "pilsen". Porque ése era el concepto. Y los tipos se corrian la maratón y al final qué... ¿se tomaban un Gatorade? ¿Un agua mineral, talvez? ¡No, los hueones tomaban pilsen! Y aparece este comercial con un "cabro chico" Solabarrieta que decía: "¿Ud. sabe lo que significa correr... 15 kilómetros... sin parar? Yo lo sé. Y le voy a decir que después de eso, lo único que quita la sed es una Pílsener Dorada." ¡Mega cueeeeeeeek!
O sea, si eris abstemio, tai sonao.
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