No sé si estoy despertando temprano o tarde al asunto. Un día leí sobre esto y me interesó. De hecho, ya cuando vi la posibilidad de poner música en el blog aluciné, literalmente, y me imaginé las posibilidades que esto me daba. ¿Por qué sólo música? Podría también hablar y crear mis propios microprogramas. Y ahí me acuerdo de mis complejos, de que mi voz no me gusta del todo, pero que cuando estuve misionando en el sur me decían que "hablaba bonito". En todo caso, siempre me esforzaba por darme a entender bien, que se entendiera lo que estaba diciendo. Y esas lecturas bíblicas que me esforzaba en leer de manera perfecta y con la entonación piadosa típica... Me acuerdo y me da risa...
El podcasting no es precisamente eso. La gracia que tiene es que los programas (que vienen a ser como los símiles de los posts de un blog) son archivos de sonido que se descargan al computador o a un reproductor portatil y gracias a la tecnología de los feeds es posible saber cuándo hay un nuevo programa de la misma forma que un feedreader nos notifica automáticamente de los posts nuevos de un blog. Nada nuevo, dirán. Y es que soy un tecnófilo frustrado. O sea, me gusta informarme de lo que está saliendo, pero no tengo tiempo para invertir en este "hobby" que, para cualquier estudiante copado de trabajos viene a ser un verdadero lujo.
Así y todo, podría ser entretenido crear un miniprograma piloto de algo así como 10 minutos, subirlo al radio.blog o mejor aún, hacerlo descargable y ver qué pasa. Pero no es tan fácil. De hecho, existe el indeseable problema de las licencias (de poner el tema de nuestro grupo musical favorito, talvez debamos olvidarlo) aunque me tiene sin cuidado el material que actualmente está en el radio.blog... Así también el mega problema es el de espacio en servidores. Muchos proveedores de hosting no ofrecen un gran espacio gratis y algunos hosts pagados además no gustan de alojar archivos mp3 y los borran o bloquean. Por ende, el podcasting pareciera ser un juguete para quienes tienen el suficiente tiempo o dinero como para embarcarse en esta egocéntrica y (talvez) autoreferente locura.
Y si me lanzara, talvez sería el primero en Chile... No, qué vergüenza... me invitarían a la Concierto como a este señor...
2 comentan
lanzate a la piscina!!
ResponderBorrarsip!!!
Definiticamente sí.
ResponderBorrarDe a poco, un amigo con hosting, buena voluntad, un buen programa y te vas directo a conocer a las guapas de la Concierto
;-)