AquÃ, por lo general, nos encanta desbloquear cosas. Pero, con esta melodÃa, es seguro de que a nadie se le va a desbloquear nada. Es una de las piezas fundamentales de la historia de nuestros jingles. Porque habÃa arroces que nunca se graneaban, o que venÃan muy partidos, o que no tenÃan buen sabor o eran muy oscuros… pero éste no era nada de esas cosas. El arroz Tucapel, el arroz de siempre. De siempre. Paf, toma eso.
Lo que sà puede que le desbloqueemos a alguien es el ver granos de arroz gigantes, y esa creencia de cabro chico, de que esos mismos tremendos granos los partÃan para hacer granos de arroz más chicos.
No, mi ciela. Eran maquetas pa’ la tele no más.
¿Pero notaron algo más? Algo que era cultura común en la época y que quedó inmortalizado aquÃ: lo roto se pega y se compone. No como ahora… en que lo roto se bota.
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