Era 1997 y en Soprole ya se les estaba agotando la creatividad para inventar postres, tanto asà que tomaron un producto que ya tenÃan y lo pusieron en potes. Asà nace Manjarito, puro manjar Soprole en pote como los de los Petit Fort, un "postre" que hoy en dÃa se ganarÃa todos los sellos negros y que se promocionaba como "energÃa para jugar sin parar". Como no, con esas dosis de azúcar...
Aunque estoy 99% seguro de que antes de Manjarito ya existÃa el manjar en potes como los de Petit Fort y esto fue sólo un cambio de nombre. De todas formas, era un producto casi olvidado en nuestras mentes y posiblemente ni en Soprole lo recuerden mucho. Ya existÃan formas más entretenidas de comer manjar (con el Mankeke y su desgraciada evolución, de estar relleno de puro manjar... al estado actual de estar relleno de "crema sabor manjar", pero ése es otro cuento...).
Lo acepto: aquà en el canal a mà y a mi manga de oompa loompas nos encanta la vieja Soprole. Sus avisos memorables y sus jingles pegotes y toda esa atmósfera ochentera donde todo lo Soprole era sinónimo de saludable y de calidad. Y, aunque siempre el flan lo preparábamos en casa con esas cajas de flan en polvo que decÃan "para 10 porciones" y que con suerte salÃan cuatro, no es menos recordable este flan Soprole preparado. Porque ésa era la ventaja: "Preparado, preparado, preparado, flan Soprole y listo el flan..."
Ya, me antojé con flan. Lo anotaré para cuando vaya al súper.
Seguramente los genios marketeros de Sindelen por allá en esos lejanos años 70s pensaron en hacer una lavadora barata, de carga superior y que integrara una caracterÃstica que ya la tenÃan las lavadoras automáticas hace rato que era lavar en un sentido y luego en otro. Y ¡pum! Nació Reversomatic. Sin embargo, la idea como que no prendió mucho hasta que llegaron los ochentas. Es que al parecer nada, nada podÃa contra la durable lavadora de tambor, que por su lado también evolucionaba integrando panel de control en la parte superior.
La Reversomatic fue lo más cercano que estuvimos los del pueblo de una "carÃsima" lavadora automática. Y hoy, entre tanta lavadora automática barata importada de oriente y con tambor plástico, pareciera ser que ya la olvidamos.
Por alguna razón si vamos hacia atrás en el tiempo, recordamos con facilidad los comerciales del agua mineral chilena casi por defecto, la Cachantún. Recordamos sus comerciales con modelos, con gente saludable y en forma e, incluso con el mismÃsimo César Antonio Santis cuando se echaba la Cachantún en la cara... ¡en la cara! Pero recordamos poco los comerciales de la competidora, Vital. Básicamente es la misma idea. Es que Vital, aparte de la botella de "un litro cien" hizo tan poco por diferenciarse.
Pero asà era Vital a fines de los ochentas, tiempos en que aún el agua mineral "sin gas" era una rareza y las minas no salÃan con que no les gustaba el agua con gas porque les hinchaba... ¡Se la tomaban igual!
Yogu Up. Yoghurt más jugo de fruta. ¿Cómo habrá sido la combinación? No tengo más recuerdos de que haya durado este producto en el mercado. Si vamos a los recuerdos del pasado a buscar algo sobre Yogu Up, seguramente llegaremos a ese comercial de 1989 donde un infante Pablito Ruiz le recomienda a su fan consumir mentado producto porque "es rico y te hace bien". Pues antes de eso hubo un comercial donde un grupo de jóvenes pasea por ValparaÃso, por sus cerros, calles y ascensores. Por supuesto, sin sospechar que 30 años más tarde los de siempre lo dejarÃan rayado entero.
Póngale play y recuerde una época en que todo era más relajado.