Comunico el sensible fallecimiento de mi paz interior, de mi estabilidad emocional y de mi esperanza en el amor. Sus funerales se efectuarán en el mismo lugar de siempre, ese que todos miran pero nadie ve.
Sólo para recordar este TEMÓN retro. Queda claro que antes, hasta la música de baile era linda. Ahora puro mueve el culo o la cintura o quien sabe qué parte del cuerpo y con acompañamientos instrumentales de mierda.
Hoy la escuché en el Lider mientras compraba cosas para la once y me emocioné. Y no andaba deprimido. Me queda claro que a veces siento que no soy de esta época.
Gracias, @fernastro por el link.
En Repeat: Van McCoy - The Hustle (1975)
¿Habrá algo más feo y sin sentido que el nombre "Eben Ezer"? Negocios de barrio, carnicerÃas y sucuchos varios. Entiendo que pudiera tener un significado religioso, pero me parece, al menos, rasca.
Gracias.
"Esta ha sido, la esquina poética de Dot..."
Gracias.
"Esta ha sido, la esquina poética de Dot..."
O por su nombre original "When Copyright Goes Bad", versión subtitulada en español.
Juro que odio los autos.
Recuerdo el dÃa antes del terremoto. Y recuerdo, era que no, ese cruce en la Gran Avenida que está señalizado para darle preferencia al peatón y que para los prepotentes al volante no es más que un lindo adorno. Intentaba cruzar, pese a que era dificil y el tráfico dejaba poco tiempo. "Ahueonao", me gritó, con su música de narcotraficante a todo chancho.
Qué genial hubiera sido que, por el terremoto, una linda y pesada pandereta hubiese caido sobre esa cosa. O, por esas cosas de la vida, y con unos poderes sobrenaturales, hacer caer el cobertizo de su estacionamiento si es que el terremoto no bastó. O que hubiese sentido el irrefrenable instinto de arrancar al sur y se hubiese topado con un puente cortado. Y asà lo hacemos parecer accidente.
Yo y mi mente maligna. Yo y mi odio.
Recuerdo el dÃa antes del terremoto. Y recuerdo, era que no, ese cruce en la Gran Avenida que está señalizado para darle preferencia al peatón y que para los prepotentes al volante no es más que un lindo adorno. Intentaba cruzar, pese a que era dificil y el tráfico dejaba poco tiempo. "Ahueonao", me gritó, con su música de narcotraficante a todo chancho.
Qué genial hubiera sido que, por el terremoto, una linda y pesada pandereta hubiese caido sobre esa cosa. O, por esas cosas de la vida, y con unos poderes sobrenaturales, hacer caer el cobertizo de su estacionamiento si es que el terremoto no bastó. O que hubiese sentido el irrefrenable instinto de arrancar al sur y se hubiese topado con un puente cortado. Y asà lo hacemos parecer accidente.
Yo y mi mente maligna. Yo y mi odio.