Señales Remotas: Las 12 cosas que odio del logo del gobierno
- Por Preto
- marzo 19, 2010
Esta va dedicada a los terrible' pollos del Ministerio del Interior y de EnergÃa que estaban escuchando la Radio Cooperativa pa' cachar por qué ocurrió el apagón (¿no deberÃa ser al revés el flujo de información?). Con este súper gobierno, sálvese quien pueda, a la mierda el resto.
En Sonido AM:
Yuri - El Apagón (1990).
Un recuerdo tevito dedicado a Michelle Bachelet, con cariño.
Ya hace algunos meses hicieron su aparición los nuevos trenes del Metro en LÃnea 1. Fue casi polémico, porque al final la licitación la ganó la española CAF, dejando en el camino una relación de décadas con la francesa Alstom, empresa que fuera la proveedora de carros de Metro desde los inicios, por allá por el 75, y terminando definitivamente la buena onda entre los franchutes y el Metro.
¿Me puedo dar un lujo? Decir calurosos es poco. La palabra adecuada es "fétidos".
La circulación de aire es casi nula, abrir ventanas no sirve de nada, tienen la misma forma de pan de molde de los primeros carros (aunque a los antiguos se les perdona porque, bueh, cuando fueron fabricados daba casi lo mismo) y cuando funcionan sus "ventiladores" tiran aire caliente. En los últimos carros introducidos, fabricados por Alstom, gracias a su forma al menos entra un poco de aire desde fuera, y hasta los antiguos, con su forma de pan de molde y todo son más frescos gracias a la adaptación con rejas en lugar de las puertas "inter-vagones".
Dejando de lado su forma de pan de molde, los colores blanco y rojo no pegan. Ya, OK, son los colores de la LÃnea 1, pero al ver el carro pasar... no junta ni pega con el entorno de las estaciones. Toscos, además. Hasta parecen de juguete.
Sin contar que en sus comienzos fallaron de lo lindo.
Por estos hornos rompimos con Alstom... No hay salud.
¿El Kike Morandé corto de plata? Saaaaaa... Sea como sea, aquà nació la frase "ini piñi". ¿Qué fue de "Solución"? Después cambio de nombre a "Banco Santiago Express" y luego fue vendido a Cencosud para terminar siendo lo que hoy es Banco ParÃs.
Pero hoy, na de ini-piñi, ya, al banco no más su fresco...