Sencillamente de culto. El super hit de la cantante mexicana Yuri, por allá por 1982.
Inolvidable, grabado en la memoria colectiva como quizá muy pocos comerciales. ¡Déjame uno! El desgarrador grito desde fuera y una coqueta dama terminándose la caja de Vizzio ella solita.
El tema de fondo se llama "Elegy", de los míticos Jethro Tull.
Una joyita ochentera.
En la foto, el último grito de la tecnología: el nuevo "ultraportatil" de Movistar. (Fotografía de @fernastro)
Uno se imagina en una de las fantasías más fantabulosas, que se podría llegar y conectar el celular a la tele para ver los canales de su servicio de TV digital y adiós parabólica, o bien que al teléfono fijo le saliera una antena por detrás y chao cable, o que el computador ya no estuviera conectado a un módem y se le enchufara un celular o un pequeño accesorio vía USB para conectarse (espera, eso ya existe...). No, algo aún más freak: de la nada, todas las teles, computadores y teléfonos fijos se derriten y se transforman en una M fosforescente, como en su publicidad (¡qué miedo!).
No, algo aún mas simple: en la casa matriz española, decidieron que los servicios hogar y los servicios móviles compartirían una sola marca. Y el lugar para comenzar este gran cambio es... Chile. De la noche a la mañana, todos los servicios de Telefónica Chile pasaron a ser Movistar, igual que los móviles. Entonces aparecieron (y aparecerán) teléfonos fijos, TV digital e Internet "banda ancha" -cableada- de la gran M.
Chile, conejillo de indias de, si lo hubiésemos visto hace apenas unos 5 o 10 años, una locura. Razones: su madurez de mercado, su "orden" legal y su tamaño reducido, más "controlable" para revertir alguna mala decisión y que no afecte tanto. Eso por un lado. Por otro lado, implica la unificación de los canales de servicio de los dos brazos de la compañía española: los clientes tanto de servicios móviles como de servicios hogar serán atendidos en sucursales previamente Movistar como en las de Telefónica Chile que hoy se transformaron en Movistar. Todo esto también trae consigo la extensión del club de beneficios (Club Movistar) a los clientes de servicios hogar ex-Telefónica Chile. Y cual es el fin último: la convergencia. Algo que hace 5 o 10 años no era tan evidente, ahora sí lo es. Y pa' allá va todo el mundo.
Pero igual es frik. De partida, la marca: Movistar... "movi", o sea, móvil, pos. Bien raro parece en los tiempos actuales que servicios cableados lleven una marca que comienza con "movi". En el futuro quizás, cuando se hayan erradicado los cables y todo sea "movi". Ahora, es raro. Imagínate... un teléfono público "Movistar".
Vieja y querida "Compañía de Teléfonos de Chile", esa compañía que para contratar sus servicios había que inscribirse en una lista y esperar meses, esa empresa a la que sólo una pequeña "elite" podía acceder. Vieja CTC, sacúdete en tu tumba.
Siempre salían los mismos. Modelitos, sin duda, con mucho blablá ultra libreteado y cero cerebro. Nos mostraban cómo "se divertían" carreteando las noches de fin de semana en una mierda llamada "Línea Chacotera" (que perfectamente podría llamarse "estafa" chacotera porque la mugre valía $500 el minuto). Más encima cara la cochiná. Y los pelotas invitaba a la gente a llamar para hablar con ellos. Ja... bacán panorama.
¿Hay algo más loser que aparecer en la Línea Chacotera? Sin duda: verla. ¿Y algo más loser aún? Comentarla y grabarlo para la posteridad. Desclasifico un audio donde me grabé yo mismo, antes siquiera de tener un blog o de tener la idea de un podcast. Pelando la Línea Chacotera, obvio.
En Repeat: Alphonso S'entrega - Barrio Chino (1986)