Y la vuelta a clases se sigue viviendo en este humilde boliche. Con un réclame de cuadernos que no podrÃa invocar más la vibra hormonal del primer amor… y todas esas siutiquerÃas propias de cabros jóvenes. ¿A alguien aquà le habrán pillado una carta que le daba vergüenza enviar?
Como sea, que un cuaderno sea “el único que te comprende”, como que no habla bien de una etapa que, para más de alguno, no fue más que un tiempo que habÃa que aguantar y que, como decÃa Malcolm el de en medio en una frase parecida, lo mejor es que “en algún punto, termina”.
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