¡Esto también teníamos ganas de revisarlo hace ratoooo! Otro de esos réclames insignes de Chilena y Aurora FM, que además tenía versión tele. Cohache en-tu-ondaaaaa… Si la canción suena oreja, es porque lo fue. Porque por la cresta que lo fue. Está fuertemente basada en uno de esos one-hit-wonder de cambio de década 80-90 que sonaron en la radio hasta por si acaso: “Unbelievable”, del conjunto británico EMF. Y la voz es de Daniel Guerrero, que por esos años formaba parte del dúo nacional La Sociedad. 

El cuento es el de casi siempre. El lolito y la dama, cada uno, se aprestan a salir y, obvio, se tiran encima su mejor pinta pa’ salir a taquillar (Cohache, obvio). Se cruzan cuando van por la calle y, sin conocerse, se quedan mirando. Así se conseguía polola, pos. Na de Tinder aquí. 

A propósito, no se gasten usando Tinder. No sirve. 

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En la era ochentosa, el retail que se podía ver por la tele a color era bastante más variado que el puñadito de grandes tiendas que salen ahora. Y una de esas tiendas, de corta vida y que nació en los ochentas, fue LM Shoes & Clothes. Ponte un nombre en inglés y vai a tirar cualquier pinta. Como su nombre lo dice, esta tienda, con presencia en Santiago y algunas regiones, vendía ropa y zapatos. Y había llamado a su liquidación emblema “El desafío LM”, destacando el vender a crédito con su propia tarjeta y con un 0,0% de interés. Fue tan emblemático ese “0,0”, que casi pasó al habla cotidiana cuando se quería enfatizar que algo era cero.

Si el comediante que aparece como rostro ancla de la tienda parece sacado de Sábados Gigantes o el Festival de la Una, es porque efectivamente lo era. Se trata de Eduardo Aránguiz quien, por décadas y junto a su esposa Helvecia Viera, formaron el dúo cómico “Los Morisquetos”.

LM Shoes & Clothes duró entre 1987 y 1991, y fue la tienda hermana de Shopping Group, ambas de propiedad del otrora empresario Luis Miguel Casado (no lo busquen porque, por razones obvias, no van a encontrar mucho). Por lo que se dice en los comentarios de la fuente (es lo que hay), habría terminado descansando en la sombrita. Y en cuanto a Aránguiz, ya hace rato está haciendo rutinas cómicas en el canal de arriba.

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Faltaban años para que tuviéramos la edad suficiente. Pero ya sabíamos votar. Y todavía sabemos. O no tanto. Por ello, el Oompa y yo presentamos humildemente nuestro propio Téngase Presente, con el que esperamos ayudar... a algún pequeñín.

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El despertar en la mañana con la radio y que salga un DJ súper energizado (y súper gritón), no pasaba de ser algo disparatado, digno de película gringa. Hasta que apareció este réclame de Crunch. Tal vez el crocante, en cuanto a producto, sea más bien un meh… pero pasando a la fantasía publicitaria, si se es al menos medianamente creativo, daba para mucho. Y sí, poh. Si hay que armar un Crunch gigantesco, hagámoslo con to’o, si no pa’ qué.

Y ojo, que tiene parte 1 y 2.

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[vía 1, 2]

En ese año 2002, el Willy Sabor que le dicen, da golpe de timón y se va del programa del Kike, hacia CHV. Aunque la prensa salió a decir que fue por plata, el Willy le quitó peso a todo eso. Según él, fue para crecer y como que sintió que fue el momento de dar el salto. Eran días en que algunos en la industria le llamaban “el rey del rating” y sintió que como que había que aprovechar eso. Aunque, luego de firmar contrato, pasó meses sin pantalla y la fecha del debut seguía difusa. Finalmente, “Sabor, el Show de Willy Sabor” partió en junio de 2002.

La idea era ser una competencia para el “Pase lo que pase” de TVN pero, entre el franjeado del canal nacional y un Mekano que estaba en su momento en el Mega, lo condenaron. No le dieron chance y, objetivamente, es que “Sabor” tampoco digamos que estaba tan bueno. Era más de lo mismo.

Dos meses duró la aventura. Y qué tanto. Siempre se puede volver con el Kike.

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Esto debió haber sido algo como “ya, no le pongamos mermelá porque pa’ qué hacer lo mismo que ellos, pero busquemos otra cosa...” Y tate, le pusieron manjar (dulce de leche pa’ la señal internacional). El yoghurt Dannon con manjar. Y se inventaron una historia en que una mafia se robaba todo el yoghurt con manjar, por lo que una pandilla de “niños bien” salía en la persecución del auto de los mafiosos a pura bicicross. Al final los mafiosos chocan, vuelcan el auto, los atrapan, entre los cabros chicos y los mafiosos se comen todo el botín y todos felices. Un réclame de yoghurt lo resiste todo.

Lo probé una sola vez. No le di la oportunidad. Qué iba a saber que el tiempo haría imposible que estas cosas se repitieran.

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