Un malabarista haciendo su pega como cualquier dÃa en Plaza Italia se da cuenta que no hay absolutamente nadie en la calle. Asà se le ocurrió a VTR, hace dos décadas, promocionar su “Banda Ancha Light”. Nadie en la calle. Todos contratando VTR. Su tristemente célebre Banda Ancha Light.
Ahà fue cuando le empezamos a perder el respeto a la banda ancha. La comenzamos a llamar “banda charcha” o “banda chancha”. Igual, fue un servicio medio incomprendido. La velocidad claramente no era su fuerte. Era la versión más barata de la nueva Internet por cable coaxial, que no usaba la lÃnea telefónica y permitÃa estar siempre conectado, pagando una sola tarifa. TenÃa una tarifa plana de $14.900 al mes *y nada más*, unos $33.000 de ahora, por una conexión permanente. Eso era revolucionario, aunque la velocidad, de 64 kbps, fuera apenas un pelo superior a la del módem telefónico (una conexión de fibra de 500 Mbps de las de ahora es más de 7.000 veces más rápida que eso). Asà que llamar a eso “banda ancha” era estirar demasiado el concepto, aún para los planes de 300 o 600 kbps de esos años. Reconozcámoslo. Pero, por otro lado, chao a esperar que llegara la noche pa’ conectarse, chao a dar explicaciones cuando llegaba la cuenta del teléfono, chao a todo eso. Al fin.
Luego inventaron el “triple pack” (teléfono + internet + televisión) que también tuvo su versión light, con menos canales (y te iban a instalar un filtro fÃsico en el cable para que sólo se vieran los canales del plan light, un soberano cacho). Hasta Daddy Yankee le “tiró palos” a VTR promocionando el servicio de Telmex, diciendo que “no tiene nada light”. O sea, qué tan indigno tenÃs que ser pa’ que venga alguien de fuera y te basuree, po.
Hoy VTR se juntó con Claro, porque dos compañÃas tapadas con reclamos, de seguro son capaces de llevar el mal servicio al infinito y más allá. Pero VTR ha fallado en poner su parte de la plata y, por esto, Claro se podrÃa quedar con todo. Con todo, todo.
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