Al poco rato de haberse transformado en Telefonica (sÃ, sin tilde), la relanzada compañÃa estrenó en sociedad su nueva tarjeta prepagada: la Tarjeta LÃnea Propia. Si me lo preguntan, un nombre innecesariamente largo. Y para promoverla, echaron mano de su rostro estrella, el futbolista Iván “Bam Bam” Zamorano. Se montaron un cuento en una casa donde vivÃa una numerosa familia de fanáticos del fútbol, de La Roja y de Zamorano, comenzando por el dueño de casa. Y estaba tan establecido que las llamadas debÃan ser con la tarjetita, que ni al mismÃsimo Bam Bam, que quedó en pana con el auto, le prestaron el teléfono sin tarjeta. Con tarjeta, compadre.
Al poco rato cacharon que ese nombre largo no era buena idea. Y ni con tarjetas de Pokémon lo arreglaron. Les quedó peor: “Tarjeta LÃnea Propia Pokémon”. Salieron, al fin, con la sigla TLP como marca, lo que al final no fue una idea tan brillante (es que, en serio, TLP no me dice nada), pero era menos horrible que usar su nombre completo. Y la tarjeta servÃa hasta para acceder a Internet. ¿Habrá sido conveniente llamar o “navegar” asÃ? PermÃteme dudarlo.
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¿Revisemos TapsÃn? Los chicos de Maver, hace dos décadas, se tiraban uno tras otro. Y asÃ, llegamos a un réclame de TapsÃn PerÃodo que NO, reitero, NO es “le saco la sal”. Gracias a TapsÃn PerÃodo, hace dos décadas, una soa, como cualquiera de este paÃs, que quiera revivir la llama, y que, sin ser una belleza canónica despampanante, igual se regalonea su poquito, puede transformar los dolores de cada mes por terminar el dÃa con su mono, pero en versión mino, cuico high life y sin rastro de modales de roticuaco. TapsÃn PerÃodo “te arregla el mono”, decÃan.
Pa’ mÃ, por lo menos, imposible comprobarlo, aunque vuelva al 2002. Elijamos creer.
Ya se apareció marzo, y los brocacochis vuelven a la escuela. Y sÃ, esto era un Chile paralelo. Un Chile donde los micreros les paraban a los escolares y en donde los escolares saludaban de besito al micrero, como si fuera el tÃo del furgón. Yiaaaaa.
El Comité Nacional de Educación de Tránsito puso mil y un avisos en la tele recordándole buenas prácticas a la gente a la hora de usar la calle… y también desaconsejando hacer burradas, obvio. Pero esto… uf.
Réclame: El teléfono de la CTC en Cachiyuyo (adiós a los teléfonos públicos) (1990)
- Por Preto
- marzo 01, 2024
Y una noticia que pasó bien desapercibida, entre tanto Festival de Viña, fue el anuncio que realizó Movistar Chile en el marco del Mobile World Congress que se desarrolla en Barcelona, España, y que la prensa informó el pasado 28 de febrero. La compañÃa confirmó que ya desconectó todos los teléfonos públicos del paÃs. Los pocos teléfonos de este tipo que quedaban en funcionamiento fueron silenciosamente desconectados uno por uno, sin que a nadie le importara. Es, queridos hermanos en la fe, el fin de una era. El único teléfono público que dejaron funcionando fue el de Cachiyuyo, Región de Atacama.
Y ahora, para despedir a nuestros fieles amigos, una llamada como la primera llamada que hice en un teléfono público: La hora exacta… 22… horas… 29… minutos. La temperatura… 23… grados. Gracias por llamar.
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Hubo varios nombres con los que las tiendas llamaron a sus liquidaciones (distintos a decirle “gran liquidación” o cosas de ese corte), pero hubo una liquidación que casi se carga la vibra de una generación completa: La Gran Barata Village. Cuando recordamos Village, recordamos cosas en onda girly, o regalos especiales, o tarjetas de saludo que no eran del montón. Pero cuando Village anunciaba su “Gran Barata”, como que ya lo que se anunciaba no era tan especial y en vez de eso, se acentuaba lo barato, al punto que daba una vibra peligrosamente cercana a los mall chinos de ahora. Con dos chauchas armaban un réclame. En todo caso, nunca fui a una Gran Barata Village, asà que esto es sólo la impresión que dejaba al verlo por la tele.
Y sÃ, a nuestra “pausa publicitaria” desde ahora le comenzaremos a llamar Réclame, porque es una palabra chistosa que no se puede perder, que la tuvimos metida tanto tiempo, que viene casi desde los orÃgenes de la publicidad, es más universal de lo que muchos piensan, y hay que rescatarla.