El Spot del Recuerdo: Las Fórmulas Mágicas del Mago-Gurt Nestlé (1988)
- Por Preto
- enero 14, 2024
Las promos de productos de consumo ya son parte de un pasado lejano que, amén de leyes con falta de seso, nunca volverán (¡todo lo rompen!). Algunas, con más creatividad que otras, nos tenían juntando tapitas, etiquetas, lo que tocara.
Los primeros años del yoghurt Nestlé a fines de la era ochentosa fueron geniales. Una de sus tantas promos de esos años era la de las Fórmulas Mágicas del Mago-Gurt Nestlé, y consistía en ir coleccionando en una cartilla las tapas con las partes de estas fórmulas para ganar premios como teles a color y bicicletas. Estaba más que claro que era súper improbable llegar a ganarnos algo, porque estaba la triste realidad de la “tapita difícil”. Pero ya, con tener la simple excusa para coleccionar algo, y que viniera gratis con el yoghurt, era entrete igual. Y en caso que nunca ganáramos nada importante, siempre estaba el juego de mesa que se podía canjear con una tapita marcada.
Los que gustábamos de juegos de tablero prendíamos con agua ante estas promos. Y es más, yo me hacía mis juegos de mesa a mano: tener un block de dibujo y lápices de colores era, para mí, tener el juego que yo imaginara.
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Mientras en los tiempos actuales le puedes hacer preguntas de conocimiento al computador en lenguaje natural, en la era ochentosa, en “tu canal cerca del mar”, ya soñaban con ello. Así, en el Pipiripao, Roberto Nicolini y el robot Tongas, con ayuda de un Atari, se ocupaban del infinito campo de las dudas infantiles. En el fondo, las respuestas eran frases prealmacenadas en la máquina y programadas por Gastón Centeno, camarógrafo de UCV TV y voz de Tongas en el programa, pero todos queríamos creer que el computador del Pipiripao en verdad tenía inteligencia propia y acceso a bases de conocimiento. Éramos felices sólo con creer.
Roberto sufrió un accidente cerebrovascular estos últimos días, pero ya ha comenzado a recuperarse. Ánimo, no te vayas tan pronto.
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Una marca olvidada de bicis, que medio convivió con otras como Bianchi, Oxford y CIC, fue la hace mucho extinta [en Chile] Caloi. La marca de mi primera bici, heredada de un primo y que nunca usé. Siempre viví con la promesa de que la iban a “mandar a arreglar”, promesa que nunca se cumplió. Sin contar con el triste hecho de que, para mí, era una bici demasiado grande. Agregando, además, que usaba un manubrio cuyo diseño envejeció muy mal, porque tenía una forma ovalada como de riñón, algo que se veía raro, aún en la era ochentosa. Al final, mi segunda bici, y la primera que pude usar, era una bicicleta súper chica que no tenía ni marca, y que me trae más recuerdos tristes que alegres. Pero ésa ya es otra historia.
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Si bien es cierto, el programa satélite ochentero del Festival de Viña que quedó para el recuerdo fue el “Aquí, Hotel O’Higgins” de TVN, el otro canal que se atrevió a lanzar una alternativa fue el antiguo Canal 11 de la Chile con “El Festival por dentro”. En tiempos en que TVN se aseguraba a todos los artistas, no recuerdo si el espacio del 11 alcanzaba a agarrar mucho. Es más, esto está casi olvidado. Promos como ésta, llegando enero, aparecían entre los réclames en el 11.
La música característica, que también está a medio enterrar, muy a pesar de que en su época fue un clásico, es un punto aparte: “En Viña del Mar”, por Horacio Saavedra y el Grupo Madrigal. Por suerte está completa en YouTube.
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¿Cuántos de aquí se recuerdan que las Requetepatitas originales tuvieron su alargue de verano? Sí, así tal cual. Hasta aceptaron tapas de la primera promo para seguir canjeando las requetepatitas. Y hasta agregaron premios extras de temporada. Tela, ¿eh? Y con los autoadhesivos podíamos seguir creando la requetepatitas más larga del mundo.
En Talca fue furor. Lo siento, la talla estaba cantada.
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