La Limón Soda, que habÃa sido por harto rato un producto bien “meh” y secundario, de pronto es comenzada a poner “de moda”. El “réclame” de la micro debe ser, por lejos, su spot mejor recordado de esa época. Juntemos el que se suponÃa era un “school bus” gringo desechado (una micro Ovalle Negrete o Recoleta Lira estaba mucho más a la mano, pero publicidad pirula asà que voh dale), un grupo de modelos sacado de no sé qué olimpo, y pongamos a los modelos manos a la obra para rescatar una cacharra que estaba pa’ botarla y convertirla en un bus juvenil con toda la onda.
La publicidad lo aguanta todo.
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