El Spot del Recuerdo: LAN Chile y la Baja Temporada LAN Tours (Cuchufly!) (2003)
- Por Preto
- abril 24, 2023
LAN Chile (actual LATAM Airlines) dejó algunos momentos memorables. Y asà como en la era ochentosa nos trajeron un emotivo “Pasajero del futuro”, ya en los dosmiles, mientras vivÃamos un verdadero festival de abominaciones futuristas, nos presentaron algo más chistoso con este singular staff de resort gringo siendo entrenado por un instructor chileno, no menos singular, para recibir a los turistas chilenos que aprovecharÃan las ofertas de la baja temporada, y donde hasta al locutor le tocó su paipa. ¡LAN Chile!
Honestamente, si vacacionara en Miami, lo que menos se me ocurrirÃa pedir serÃa cuchuflà o pan de huevo. Pero igual les quedó chistoso.
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Entrando a la era ochentosa, el Zalo Reyes, exponente insigne de la llamada música romántica “cebolla”, se habÃa hecho muy popular. Demasiado. Tanto asà que una afamada viña le ofreció pega. De inmediato fue la cara de Santa Carolina, en tiempos en que el vino en Chile no tenÃa un status como el actual y, muy por el contrario, era masivo, tanto (o más) relevante que la cerveza, y un obligado rotundo en los almuerzos familiares del finde. Asà que, ahà tenÃamos al cantante nacional de moda, recomendando vinos por la tele... ¡usté saaaaabe!
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Sopraval hizo famosos los pavos y los trató de masificar en una época en que se pensaba que comer pavo era sólo para grandes ocasiones. Sin embargo, fuera de la V Región se conoce poco o muy poco que Sopraval, ahora controlada por Agrosuper, también vendÃa pollo. La publicidad de “Pancho Pollo” acostumbraba aparecer bastante en la tele local porteña. Sus avisos no eran la gran cosa, como éste por ejemplo, que da la impresión de que la canción la empezaron a inventar media hora antes de grabar y, a ratos, dando su buen cringe. Un pollo de consumo masivo, pero que jamás vimos en Santiago.
Asumámoslo de una: Soprole le cambio el nombre al Petit Fort para poder usar a los Picapiedra en sus avisos y que no saliera tan forzado, como lo fue con el Pitufogurt (porque… ¿yoghurt de “pitufresa”? ¿Qué te fumaste, Soprole?). Pero siempre se puede hacer más divertido, y qué mejor que con un álbum de láminas que se conseguÃa con $50 (aproximadamente unos $300 en plata de 2023). ¿Barato, no? Con la promesa de no existir láminas difÃciles y un premio de una libreta de ahorro del Banco del Estado con $1.000 para los primeros 10.000 álbumes completos. Un premio más simbólico que otra cosa, después de todo, el mÃnimo para abrir la libreta era un depósito de luca. HabÃa finalmente un sorteo con premios más grandes y donde se podÃa participar incluso sin llenar el álbum, pero no se quemaron prometiendo premios especÃficos. O sea, nada de recompensas rimbombantes, sólo la entretención de coleccionar laminitas de un sencillo álbum. Qué lejos quedó eso.
Bonus track: ¿sabÃan que un domingo de abril, se celebraba el dÃa de los abuelitos? Tal como existÃa el dÃa del papá, de la mamá y del niño, también el Colegio de Publicistas de Chile promovió un dÃa para regalonear a los tatas. Si pensamos que los abuelos son lo menos pedigüeños que hay, me queda claro por qué no prendió. Al menos no llegamos a los ribetes de Argentina, en donde por esos mismos años una empresa importadora de juguetes promovió (como si el dÃa del niño fuera poco) el “dÃa del ahijado”. Jamás hubiera prendido eso aquà porque, básicamente, qué podrÃa existir más desaparecido que un padrino.
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Tengo pocos recuerdos de ver spots del Supermercado Montserrat en la tele. Me recuerdo más fácil de los del Unimarc, el Almac, el Multiahorro y hasta el Agas. Y el Ekono con el LÃder en los noventas. Pero sÃ, el Montserrat también era de esos negocios que salÃan en la tele. Y flasheaban con que uno se morÃa de ganas de tener la tarjeta de crédito de algún supermercado. Hoy, los Montserrat son sólo un recuerdo. Cerraron en 2021. Se los comió el estallido, la pandemia y las bajas ventas de los pocos locales aún abiertos, alrededor de la cuarta parte de los que alguna vez tuvo. Ah, y que a los herederos de la empresa les quedó grande el poncho. Chan.
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