Sopraval hizo famosos los pavos y los trató de masificar en una época en que se pensaba que comer pavo era sólo para grandes ocasiones. Sin embargo, fuera de la V Región se conoce poco o muy poco que Sopraval, ahora controlada por Agrosuper, también vendÃa pollo. La publicidad de “Pancho Pollo” acostumbraba aparecer bastante en la tele local porteña. Sus avisos no eran la gran cosa, como éste por ejemplo, que da la impresión de que la canción la empezaron a inventar media hora antes de grabar y, a ratos, dando su buen cringe. Un pollo de consumo masivo, pero que jamás vimos en Santiago.
Asumámoslo de una: Soprole le cambio el nombre al Petit Fort para poder usar a los Picapiedra en sus avisos y que no saliera tan forzado, como lo fue con el Pitufogurt (porque… ¿yoghurt de “pitufresa”? ¿Qué te fumaste, Soprole?). Pero siempre se puede hacer más divertido, y qué mejor que con un álbum de láminas que se conseguÃa con $50 (aproximadamente unos $300 en plata de 2023). ¿Barato, no? Con la promesa de no existir láminas difÃciles y un premio de una libreta de ahorro del Banco del Estado con $1.000 para los primeros 10.000 álbumes completos. Un premio más simbólico que otra cosa, después de todo, el mÃnimo para abrir la libreta era un depósito de luca. HabÃa finalmente un sorteo con premios más grandes y donde se podÃa participar incluso sin llenar el álbum, pero no se quemaron prometiendo premios especÃficos. O sea, nada de recompensas rimbombantes, sólo la entretención de coleccionar laminitas de un sencillo álbum. Qué lejos quedó eso.
Bonus track: ¿sabÃan que un domingo de abril, se celebraba el dÃa de los abuelitos? Tal como existÃa el dÃa del papá, de la mamá y del niño, también el Colegio de Publicistas de Chile promovió un dÃa para regalonear a los tatas. Si pensamos que los abuelos son lo menos pedigüeños que hay, me queda claro por qué no prendió. Al menos no llegamos a los ribetes de Argentina, en donde por esos mismos años una empresa importadora de juguetes promovió (como si el dÃa del niño fuera poco) el “dÃa del ahijado”. Jamás hubiera prendido eso aquà porque, básicamente, qué podrÃa existir más desaparecido que un padrino.
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Tengo pocos recuerdos de ver spots del Supermercado Montserrat en la tele. Me recuerdo más fácil de los del Unimarc, el Almac, el Multiahorro y hasta el Agas. Y el Ekono con el LÃder en los noventas. Pero sÃ, el Montserrat también era de esos negocios que salÃan en la tele. Y flasheaban con que uno se morÃa de ganas de tener la tarjeta de crédito de algún supermercado. Hoy, los Montserrat son sólo un recuerdo. Cerraron en 2021. Se los comió el estallido, la pandemia y las bajas ventas de los pocos locales aún abiertos, alrededor de la cuarta parte de los que alguna vez tuvo. Ah, y que a los herederos de la empresa les quedó grande el poncho. Chan.
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Luego de algunos años de fenómeno a nivel internacional, TVN se anima a entrar a la era de los reality shows. Pero el resultado es algo que aún le avergüenza mirar. Además por culpa de esta mala incursión se ganó una mala fama que posiblemente no mereció... o tal vez sÃ. Tocando las Estrellas, el primer "reality show" de la televisión pública chilena, hoy en Directo en el Carnet.
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🎶 Más sano que un yoghurt, es el yoghurt Lechesur 🎶 ¡Wooooow, la versión completa del jingle del yoghurt Lechesur! Pero… ¿se acuerdan de ese juego pelotudo de tirarse un objeto de uno a otro para hueviar a alguien? Aggghhhh, te lo pintan como algo súper divertido. Y era peeeeenca. Si tan sólo terminara el jingle con ese maravilloso “¡pum!” como en la versión corta, pero noooo… Qué bajón.
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¡Estaba con el contador, con el abogado, con todos trabajandoooooo! CorrÃa la era de los dosmiles, Huevocartoon, animación mexicana nacida en Internet, pasaba por su particular auge, y la en ese tiempo Smartcom vio como un gancho simpático contar con merch de la franquicia para vender más teléfonos. Entonces lanzaron la promo “Saco de huevos”, muy en su onda de doble sentido, donde por cada prepago o plan regalaban un saco de dormir con motivos de la serie. No sé si les fue bien con esto o, al menos, que la gente se olvidara por un rato de su mala fama y mal servicio. No fue la única promo que lanzaron. Después de todo, cuando el servicio es francamente charcha, hay que recurrir a los adornos. En todo caso, no durarÃa mucho más como “Smalcom”: al año siguiente llega Carlos Slim y la compra, para al poco rato cambiar su marca a Claro, aunque su fama de mal servicio aún durarÃa varios años más.
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