El Spot del Recuerdo: Malta Morenita, un momento reconfortante (1979?)
- Por Preto
- abril 01, 2023
Hay gustos que cambian con el tiempo y cosas con mala fortuna que, de ser productos súper masivos, caen en la categorÃa de productos de otra época o de gustos de viejo. La Malta Morenita era toda una institución décadas atrás, y en tiempos de este spot hace muy poco (en 1978) habÃa sido etiquetada su botella, ya que antes de eso no tenÃa ni nombre. El mensaje por esos años era claro: la Morenita era el “momento reconfortante” luego de un arduo dÃa de trabajo. Después se perdió todo ese trasfondo. Con decir que, en décadas siguientes, se le mostraba como una alternativa de cerveza barata y, luego, en un bar, como una suerte de alternativa sencilla a un trago rebuscado, y presentada por… aghhhh… el Kike Morandé. Creo que esa fue la última vez que vi Morenita en la tele. Por suerte, ya todos olvidaron que eso ocurrió. Hoy en dÃa con suerte se le puede encontrar en lata en uno que otro súper. Nos queda el recuerdo de su época de oro, y su spot, en lo sencillo de su premisa, hermoso.
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Durante el dÃa de hoy se ha hecho de público conocimiento la quiebra de la PerfumerÃa Monix, empresa familiar que inició operaciones en 1938. Es de esas tiendas tradicionales que muchos creÃan desaparecidas, hasta que salen noticias como ésta. Llegó a tener 13 locales, sin embargo hasta hoy sólo sobrevivÃan dos, el de MatÃas Cousiño en el centro de Santiago y otro en un mall de Puente Alto. Este “económico” spot de TV data de 1974 y tenÃa el propósito de anunciar su, en ese entonces, nuevo local en Av. Providencia casi llegando a Tobalaba.
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Uno de esos tantos spots de desodorante para hombre que prometÃan arrastre entre el sexo opuesto con cuática y sin compasión, que ya no se podrÃan hacer en veinte veintitrés y que obviamente el gremio macho de la época compró agrandado, con papas jumbo y bebida gigante. Lo que al instante me recuerda este tipo de spots eran esas fiestas donde me invitaban los compañeros (y compañeras) de universidad, que casi siempre eran un viernes o sábado en la noche y que, después de aburrirte como ostra pretendiendo divertirte con las cosas que cuentan los demás y que jamás te ocurrirÃan, suplicar que ojalá a alguien que volviera a su casa le quedaras de camino, y finalmente volver a casa para echarte en el sillón, prender la tele como a la 1 de la mañana pa’ acompañar el bajón… y fijo que en el Mega o CHV te tiraban un aviso de éstos. Es el clásico lugar común del aroma a desodorante que las dejaba locas, con el tweak de que el gil que se echó el tarro de Axe encima fue el zorrón que se acababa de bajar del ascensor, lo que dejó el lugar pasado a desodorante. Y justo llega nuestro personaje afortunado, un gil re poca cosa, bajo de estatura y bastante promedio, asà como uno (si la gracia era ésa) seguido de otro personaje de sexo opuesto, señorita, bien comportadita y todo, pero que ante el aroma a desodorante impregnado en el ambiente, no tarda en desencadenarse el sueño de todo puberto. Finalmente, una vez que el ascensor llega a destino, aparece una segunda fémina en nuestra historia, y el final es más que predecible. ¿Muy puntudo? Qué importa, pa’ eso es de noche y nos da igual simplemente porque NOVENTAS y porque TELE DE LOS NOVENTA.
Al gil terrible de meh y promedio del comercial sà le resultó el Axe. No te quejÃs, voh fuiste el que compró la fantasÃa agrandada y con papas jumbo.
Y ya que está quedando la cola de marzo, vamos con un vacunón memorable de temporada. Toda una institución noventera llegando marzo: Soluciones Escolares. Porque sÃ, existÃan aún los suplementos escolares que venÃan gratis con el diario, pero esto pretendÃa tener algo mejor pelo. Por sólo $1.100 de la época (en plata de 2023 unos $3.100, plata que en la época jamás mis viejos se hubieran permitido gastar en esto cada semana) venÃa la revista, la "enciclopedia del estudiante", sus recortables, un diccionario con cada número (pero que igual te lo tenÃas que hacer lulito y guardártelo, porque en el colegio pedÃan los clásicos Sopena de siempre), un libro de literatura universal supuestamente “de los que te pedimos en el colegio” (jamás me pidieron leer literatura que viniera de Soluciones Escolares o algo parecido) y, para completar el vacunón, con los primeros números venÃan las partes de una mochila para armar. En esta edición de 1996 venÃan en los dos primeros números, pero juro de guata que recuerdo que en otros años venÃa una pieza por número: una semana venÃa un bolsillo, la semana siguiente venÃan los tirantes, y asÃ. Sólo a Soluciones Escolares se le ocurrió vender una mochila por partes, y que no era la gran cosa tampoco, era una mochila sencilla que... cumplÃa.
Ahora, convengamos que esto era de tiempos pre-Internet, en los que teniendo en cuenta que llegaban a los colegios las editoriales como Salvat, Océano o similares, a armar concursos de dibujo vacunones, para después hacer la premiación en algún hotel del centro, no sin antes encerrar a todos los papitos en el salón del hotel para embut... perdón, ofrecerles enciclopedias a crédito, era lógico que pensaran que a la hora que saliera el Profesor Banderas en la tele ofreciendo poco menos que una enciclopedia por luca semanal, esto fuera grito y plata. O sea, el profe ahà en la tele decÃa que era una enciclopedia, pero porfa, más respeto con las enciclopedias, era un "diccionario enciclopédico" no más, no le pongai color. En el fondo te vacunaban por ambos lados: o te ofrecÃan enciclopedias caras que tus papitos tenÃan que pagar a crédito... o te vacunaban con cosas como ésta.
Juro que, si de tanto nombrar “vacunón” en este post [en redes sociales] sale la franja informativa del bicho innombrable, me parecerÃa demasiado chistoso. Vacunón.
El Icarito era la cumbia, y gratis. Y nadie, nadie dijo jamás “¡Viento!”.
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Señales Remotas: Frognum - Jingles publicitarios que nunca pudiste olvidar (partes 1 y 2)
- Por Preto
- marzo 26, 2023
No lo vamos a negar: a mà y a todo el team oompa loompa que mantiene el boliche nos matan los jingles publicitarios que marcaron época años atrás. El nunca bien ponderado Frognum acaba de soltar la segunda parte... guat? ¿O sea que hubo una primera? Bueh... como sea. Una selección de jingles de la publicidad nacional que de seguro se te quedaron de esos tiempos (lejanos ya) en que las pausas publicitarias de la tele eran un show aparte, eran presentadas con respeto por el telespectador y no eran embutidas en medio de lo que uno querÃa mirar, en mitad de las palabras, como ocurre hoy en YouTube.
La segunda parte de estos jingles memorables a continuación:
Y, obvio, la primera parte: