Señales Remotas: Frognum - Jingles publicitarios que nunca pudiste olvidar (partes 1 y 2)
- Por Preto
- marzo 26, 2023
No lo vamos a negar: a mà y a todo el team oompa loompa que mantiene el boliche nos matan los jingles publicitarios que marcaron época años atrás. El nunca bien ponderado Frognum acaba de soltar la segunda parte... guat? ¿O sea que hubo una primera? Bueh... como sea. Una selección de jingles de la publicidad nacional que de seguro se te quedaron de esos tiempos (lejanos ya) en que las pausas publicitarias de la tele eran un show aparte, eran presentadas con respeto por el telespectador y no eran embutidas en medio de lo que uno querÃa mirar, en mitad de las palabras, como ocurre hoy en YouTube.
La segunda parte de estos jingles memorables a continuación:
Y, obvio, la primera parte:
Ya nos conocen que aquà no le hacemos guácala a las rarezas y ésta es una. Después que el Zuko opacó a todo el resto de refrescos en polvo, distinta era la cosa afuera. Al Yupi lo llegaron a exportar hasta a Rusia y, a propósito del conflicto con Ucrania y según cuenta el hilo de Reddit de donde saqué esto, entrevistaron a un chileno, quien decÃa que allá en Rusia era súper común encontrar Yupi. El spot no tiene mucha ciencia y se podrÃa decir que hasta es casi del montón. Es el clásico cumpleaños de cabro chico donde llega un momento en que todo se pone fome pero, de pronto, aparece el jarro con Yupi y al instante todo es diversión. Full lugar común. Y ojo que los actores tienen toda la pinta de chilenos y lo único que hicieron allá fue la cancioncita. De todas formas entre lo borroso del video, los vasos vacÃos y lo que se escucha de fondo, los primeros segundos del spot me dan mucho mal rollo. No sé, personal.
Revisa este spot en nuestro Instagram.
La existencia de Metrópolis (o, más atrás en el tiempo, Metrópolis-Intercom) no es que se recuerde con especial cariño, o al menos su infame censura de pelÃculas y videoclips no ayudó en nada a ello. Pero en sus últimos dÃas hicieron joyitas. Inventaron un personaje, "Carlitos", supuestamente abandonado por su mamá al nacer, que es acogido en esta casa por lástima, pero que termina tomándose toda la confianza del mundo una vez que le toma el gustito a la “full conexión” (otro nombre para el “triple pack” de servicios que VTR también ofrecÃa por ese tiempo) y donde se las ingeniaron para ofrecer teléfono fijo en asociación con Telefonica Chile. Resultó tan bien que al poco tiempo aumentaron la apuesta trayendo al comediante Jorge Franco (fallecido en 2007), personificando a un cartero que, al igual que Carlitos, también su mamá lo abandonó al nacer, con el agregado de que la dueña de casa se llama igual que su mamá (cómo sabÃa su nombre, si lo abandonó al nacer, es algo que nunca sabremos). Y la historia se repite, con la salvedad de que ahora aparece una rivalidad entre ambos personajes, quedando para Carlitos el cartero como un aparecido bien barsa.
Revisa este spot en nuestro Instagram.
Cómo olvidarlo, 1999, el año en que finalmente vimos morir la marca CTC en beneficio del cambio que los españoles no se atrevieron por años a deslizar siquiera. Ese año, junto con usar a Iván Zamorano en una campaña infame para hacerle creer a la gallá que la empresa chilena se expandÃa al mundo, en vez de absolutamente todo lo contrario (Telefónica de España comiéndose sin compasión ni anestesia y con zapatos a la CTC), obviamente que al proveedor de Internet de la CTC también tenÃan que cambiarle la marca, y asà “nació” Telefonica net. Vendiéndonos como la tecnologÃa del nuevo milenio la misma tecnologÃa de modems telefónicos que ya tenÃamos y, por supuesto, con todos los servicios brandeados hasta el cogote con Telefonica, como si Internet fuera toda de ellos. Una manera bastante gansa de presentarnos el “ciberespacio”, como era la usanza de las publicidades de Internet a las puertas del nuevo siglo y durante buena parte de los dosmiles. TodavÃa faltaba bastante para que aprendiéramos lo que era bueno con la llegada de la “banda ancha”… y pudieramos ver el otro desastre infame en el que ocuparon la imagen del “Bam Bam” en Santiago. Faltaba pa’ eso.
Y ese logo con una pantalla con carita feliz. Por favor, en qué cresta estaban pensando…
Revisa este spot en nuestro Instagram.
La era ochentosa tuvo muchos concursos que tenÃan como impajaritable objetivo el dejarnos a todos los pequeñines babeando de ilusión. En esta promo de Dannon nos prometÃan la posibilidad de encontrar un cupón adentro del yoghurt, para poder entrar a un pote gigante de Dannon lleno de juguetes. AhÃ, un señor en plan Willy Wonka, disfrazado de pote de yoghurt y con un sombrero picao a TÃo Sam, nos daba la bienvenida y, en fin, nos invitaba a elegir todo lo que quisiéramos en un “largo” minuto. Y, como cabros chicos, la compramos agrandada y con papas. CreÃamos en el viejo pascuero y no Ãbamos a creer en esto.
Revisa este spot en nuestro Instagram.
Este spot lo linkeé en el post de ayer, pero me dieron ganas de hacerle una entrada propia. La razón es simple: por mucho tiempo me pareció un aviso "misterioso" debido a que en Internet sólo existÃa el trozo final y ayer, buscando otras cosas, lo encontré completo. Tenemos a nuestra protagonista asà toda amorosa hablando por teléfono (wow, un teléfono de disco) con su pololo luego de un problema, pero el tono amoroso deriva rápidamente a un tono molesto y finalmente, luego de ser definitivamente "pateada", la conversación termina abruptamente y de un modo tristÃsimo. Al momento, luego de colgar, abre el cajón de la mesita del teléfono, donde justo-justo y convenientemente tenÃa guardado un Sahne-Nuss. Lo toma, se lo comienza a comer, y aquà el comercial en mala "se toma su tiempo", como casi todo en esa época, y vemos que lentamente le comienza a cambiar la cara a nuestra amiguita. De verdad, tomándose su tiempo. Obvio, si para lo que más servÃan esos Sahne-Nuss gigantes era precisamente para los momentos en que todo se iba a la cresta. Después se escucha al clásico locutor acartonado setentero hacer la mención de rigor, y finalmente tenemos a nuestra polola "pateada" respondiendo, como si nada, con un "¿Gonzalo? ¿Qué Gonzalo?" en un momento que, ayer al igual que hoy, no sé qué tan autentico pueda ser. O sea, asumámoslo de una, una pateá de esas, en que una de las partes todavÃa amaba a la otra de forma auténtica y querÃa solucionar la situación, la cual, sin embargo, termina asÃ, no sé si sea tan fácil de superar, al punto que baste con un chocolate.
Punto aparte es la música que comienza a escucharse luego de la primera llamada. Como muchos casos de su época, pensaba que se trataba de música de librerÃa o algún instrumental de la época, los que a menudo, se pueden descubrir con el Shazam y después buscar en Spotify (o su plataforma de música favorita). Sin embargo, del tema usado aquà nadie sabe nada, lo cual le aporta una dosis extra de misterio. Tiene un sonido tan de su tiempo y, como tengo debilidad por la música instrumental retro (mal llamada "música de ascensor"), me darÃa demasiado gusto encontrarla y escucharla en alta fidelidad. Como tantos otros casos.
Faltaban años para que tuviéramos la edad suficiente. Pero ya sabÃamos votar. Y todavÃa sabemos. O no tanto. Por ello, el Oompa y yo prese...
La historia pop del Chile de las últimas décadas que ya no todos comentan. Un podcast que trae a la mesa en cada edición un tema antiguo, olvidado, o a veces, ambas cosas. Televisión, música, personajes... y lo que venga. Un tema a la vez y, obvio, Directo en el Carnet. SuscrÃbete... para que no te pierdas de nada y no estés a merced de los (no) avisos de la red social santurrona de turno.