De más decirlo, inevitablemente cayendo en el cliché de "los tiempos en que no habÃa YouTube". En los noventas, para tener una cámara de video habÃa que desembolsar 500 lucas de la época para poder optar a una Handycam de esas que grababan en VHS o, con suerte, en algún formato como el video 8 o el Hi-8. En los noventas, como una ola aparecieron en todo el continente y en todo el mundo, como exportación directa de los "yunaites", los espacios de videos caseros. El que marcó toda una época y que jamás pudo ser igualado - ni siquiera por el propio canal que lo realizó- fue el popular Video Loco. Era el imperdible de los viernes después de las noticias. La gracia que tenÃa -y que ni siquiera el famoso YouTube que usamos ahora tiene- era la post-producción, eran las voces que usaban en los videos, las cuales eran doblajes realizados por los propios "corresponsales videÃstas", como les llamaba Checho Hirane en pantalla, otrora afamado comediante y hoy al mando de un matinal radial derechista... pero no viene al caso.
Y entre tanto video foráneo, también habÃa espacio para la producción nacional. Hubo muchos videos, algunos mejores que otros, que eran enviados al canal con un incentivo tentador para la época: premiaban con 200 lucas a los videos sólo por ser exhibidos. El famoso video del hipnotizador de patos ganó el capÃtulo, la temporada y terminó como el mejor video de todos los tiempos de Video Loco e incluso fue reexhibido por el mismo programa una vez que alcanzo la fama en los mismos "yunaites", en versión doblada. Un video campestre, sin ningún arreglo, no como muchos videos que, desgraciadamente, ganaron esas 200 lucas por ser exhibidos siendo un completo arreglo.
Y fue asà como, entre tanta avalancha gringa, aparecimos en el mapa.
De más decir que Roberto Artiagoitia (más conocido como "El Rumpy") nació en la antigua radio Rock & Pop de los 90s, y se hizo popular por el programa "Bacalaos Daos" que hacÃa junto a Rolando Ramos ("El Rolo"). Incluso llegó a tener su programa en la tele al nacer el Canal 2 Rock & Pop, el recordado por algunos "El Comprahuevos", que era una competencia de colegios al estilo Extra Jóvenes, programa de otro canal que aquà tenemos vetado y que llamaremos "el innombrable".
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Fue tanta la popularidad del que llegara a ser casi su personaje, que hizo algunos comerciales. De hecho, aún hace cosas para la tele, lo último fue en las promos para el reality "Amor a Prueba" de Mega. Pero lo que lo inmortalizó fue su programa radial "El Chacotero Sentimental" que partió precisamente en radio Rock & Pop y que luego continuó en radio Corazón.
Aquà un spot de mediados de los 90s, cuando ya habÃa pasado el boom de la Pepsi ("El sabor de la nueva generacion") de fines de los 80s y se promocionaba ahora como "El auténtico sabor americano".
A la pasada, NUNCA pude aprovechar una promo de Pepsi en que para canjear premios no hubiera que poner plata y bastaran las tapitas. Siempre los mismos comerciantes dueños de las botillerÃas se canjeaban ellos los premios, en especial los vasos, primero de vidrio y luego plásticos, y cuando uno iba a canjear, siempre decÃan que "no han llegado". Frescos de raja.
"Asà de simple, sin sobres, sin álbumes, sin juntar mitades, sin notario, sin plata, sin... sin... simpática la Pepsi... AAAHHH!!!"
El cuento fue que el Laboratorio Maver, que hasta un tiempo tenÃa la licencia para Chile de la icónica Sal de Fruta Eno, de pronto perdió la licencia al llegar a Chile la que actualmente es GlaxoSmithKline (GSK), compañÃa inglesa "dueña" y fabricante de Eno. Con Yastá de Bayer al otro lado de la calle, Maver no se quedó de brazos cruzados y creó un nuevo producto propio: Sal Disfruta. Suena parecido a "de fruta" y en ese sentido el nombre fue acertadÃsimo.
La publicidad fue eminentemente con un tinte tradicional. Con un spot que rememoraba el tema Singing In The Rain, Sal Disfruta tuvo hasta jingle:
Pero lo jinglista y lo tradicional, en tiempos en que ya toda la publicidad usaba música popular licenciada a los sellos discográficos, o bien que "sonaba" como alguna canción conocida, no se quedaba ahÃ. Se realizó toda una campaña "retro", en la cual un comensal de una fonda en Fiestas Patrias, un elegante caballero con acidez o un par de "lolos" en una fuente de soda eran recomendados de "estar preparados". Estos spots que simulaban -y de manera muy bien lograda- en imagen y sonido, la estética y calidad técnica de los años 60, cerraban campantemente con la frase "sal efervescente Dissssssssfruta, y no lo discuta". Finalmente, la imagen se vuelve actual y en colores, y un locutor dice con voz estereofónica "...pareciera que lleváramos muchos años tomándola". Y no se equivoca.
Llevamos muchos años tomándola. El punto es que antes se llamaba dissssssssstinta.
La publicidad fue eminentemente con un tinte tradicional. Con un spot que rememoraba el tema Singing In The Rain, Sal Disfruta tuvo hasta jingle:
"Cuando la guatita dice no,Revisa también: El Spot del Recuerdo - Yastá (1984)
para por favor,
tomate un Disfruta y...
Prueba con Disfruta,
liviano con Disfruta,
refrescante, efervescente
y suena asÃ: tssssssss..."
Pero lo jinglista y lo tradicional, en tiempos en que ya toda la publicidad usaba música popular licenciada a los sellos discográficos, o bien que "sonaba" como alguna canción conocida, no se quedaba ahÃ. Se realizó toda una campaña "retro", en la cual un comensal de una fonda en Fiestas Patrias, un elegante caballero con acidez o un par de "lolos" en una fuente de soda eran recomendados de "estar preparados". Estos spots que simulaban -y de manera muy bien lograda- en imagen y sonido, la estética y calidad técnica de los años 60, cerraban campantemente con la frase "sal efervescente Dissssssssfruta, y no lo discuta". Finalmente, la imagen se vuelve actual y en colores, y un locutor dice con voz estereofónica "...pareciera que lleváramos muchos años tomándola". Y no se equivoca.
Llevamos muchos años tomándola. El punto es que antes se llamaba dissssssssstinta.
Nestlé hace unos 30 años hacÃa algo que a los ojos de hoy no se entiende mucho: usar varias marcas de café. Tener Nescafé por un lado como primera marca, pero a la vez tener otros cafés alternativos como Dolca... y Mokanor.
Revisa también: El Spot del Recuerdo - Café Dolca de Nestlé
Uno ve esto y piensa en algo básico en la publicidad: cómo me diferencio del producto de al lado. En este caso, de Dolca, y por cierto, de Nescafé. Mokanor se presentaba como un café que "siempre cae bien", según su slogan. Ya... ¿y? ¿Por qué deberÃa preferir Mokanor en vez de Dolca... o Nescafé? Es cierto, Dolca es un café torrado (denominación que usaba incluso en su etiqueta a fines de los 70s), con un proceso de elaboración distinto, lo que en la práctica le darÃa un sabor distinto, pero que no es destacado ni se nota en su publicidad, por lo que a los ojos del consumidor que se encuentra frente a la góndola del supermercado no le influye mucho.
No por nada hoy sólo se habla de Nescafé, y Dolca quedó como variedad de Nescafé. De Mokanor, que en paz descanse.
Aquà un comercial de mediados de los 80s.
Los shampoo de antes rara vez mencionaban sus caracterÃsticas o su ingrediente estrella o sus efectos "comprobados". Todo era cosa de un jingle y/o una idea catchy y ya. Por otro lado, no deja de llamar la atención, en medio de nuestro tiempo y su tecnologÃa, sus teléfonos con cámara y la moda de las fotos selfies, que un shampoo hace unos 30 años llevara un nombre parecido. Selfy se llamaba la maravilla.
(vÃa)