La antigua libreta de ahorros del Banco del Estado. |
Hoy hice algo que tenÃa ganas de hacer hace tiempo pero que por dejación lo fui chuteando: tomar mi antigua (aunque ni tanto) libreta de ahorros del Banco del Estado y meterla abierta en esas máquinas que te actualizaban el saldo. De suerte alcancé a entrar, 5 minutos antes de las 2. Me sorprendió ver que esa casa matriz de la Alameda no parecÃa un banco antiguo dentro (habÃa sido alguna vez remodelado), pero la historia no termina aquà (y no es porque más abajo se vea otro párrafo).
Nueva sorpresa: la actualización del saldo de las libretas ya no la hace una máquina dedicada sino que son los mismos cajeros automáticos (sólo cajeros BancoEstado, obvio) que tienen una ranura en la parte de arriba para libretas. Problema: "...existe un error con su libreta de ahorro, consulte en servicio al cliente..." o algo asÃ. Partà donde la pantalla del cajero me dijo, y wow... el producto ya estaba catalogado dentro de "otros productos", junto con la famosa "Cuenta RUT", la chequera electrónica, en fin, los productos "del pueblo". Y con ello, sacar número y llegar al área de espera "del pueblo". HabÃa sacado el número E91 y recién iban en el D20. Pero los números avanzaban rápido, a veces entre 5 y 10 números sin que nadie llegara. Era claro, sacaban número, veÃan en qué número iban, no querÃan esperar y se iban. Pero como yo de todas formas querÃa salir de la duda, me quedé. Como dije, los números avanzaban relativamente rápido. Pero no alcancé a salir llamado, porque como habÃa sido casi de los últimos en llegar, ya quedabamos pocos. En eso, una funcionaria me pregunta a qué iba. "VenÃa a actualizar mi libreta de ahorro", le dije. Me mandó a un escritorio donde una señora con cara de Mrs. Flint y que parecÃa que llevaba trabajando 30 años en lo mismo conversaba por teléfono. Le expliqué lo que querÃa. Lo hizo rápido: me pidió el carnet, me consultó en el sistema y cuál fuera mi sorpresa: "No aparece", me dijo. "No aparece su cuenta". Obviamente que le pregunté cuándo pudo desaparecer. La respuesta vino facil y simple: en el 2004 el banco habÃa empezado a cobrar comisiones y muchas cuentas fueron cerradas para no dejar a la gente sobregirada. Éste fue el famoso caso en que el banco tuvo que devolver todas las comisiones cobradas. ¿Lo recuerda? Se dijo en su oportunidad que el banco debÃa reabrir las cuentas en estos casos. Poco probable en mi caso. Sólo tenÃa un depósito de mil pesos del dÃa en que la cuenta fue abierta hace 17 años y era plata, de todas formas, dada por perdida.
Libreta de la Caja Nacional de Ahorros, 1942. |
Y asà es como un producto alguna vez emblema y misión del hasta hace algunos años "banco del estado", y nótese que lo escribo con minúsculas para referirme a éste en forma genérica, cada dÃa se muere más. Su padre, que se supone es un banco estatal, quiere parecer a un banco privado, pero la atención no tiene "niun brillo", como dijo un cliente cuando pasaba a mi lado cuando se iba.
Insisto, lo único simpático de este banco actualmente es su pato. Y hoy no lo vi en ningun lado. Literalmente.
Banco del Estado de Chile: "Ayuda a progresar al que sabe ahorrar". |
Estos comerciales son de 1985 y 1987, en tiempos en que la libreta de ahorros del Banco del Estado de Chile la tenÃa todo el mundo. La mÃa es dorada completa, emitida en 1997. Mis viejos tenÃan una roja, con letras grandes "Ahorros" y una imagen estilizada de la casa matriz. Alguna vez estas libretas las actualizaban a mano con lapiz pasta. Tal como la de los Herrera de la serie Los 80, esta libreta permitÃa un máximo de giros al año, que no recuerdo, y que si era excedido se perdÃan todos los intereses.
Hoy las cuentas de ahorro son con tarjeta. La libreta, un recuerdo del pasado, legado de la antigua "Caja Nacional de Ahorros" como dice una placa conmemorativa dentro de su casa matriz, junto con la alcancÃa "mini caja fuerte" que la entregaba el mismo banco y que no se podÃa abrir sin una llave que se la quedaban ellos. Yo tuve tres de ésas, que me las regaló un tÃo que las sacó de no sé donde y que las tenÃa en desuso.
Ya revisamos en un post sobre botellas antiguas la Malta Morenita y, una que ni recordaba, la Morenita Especial. Duró bien poco esta versión "Especial", asà que es posible que sea por eso. "¿Y usted espera una morena? ¿No será que llegó Morenita?" mientras en diversas situaciones llega una morena, o sea, una chica guapa y morena a robarse la atención y dejar al hombre como un vil bobo. ¿De eso se trata, no?
Como sea, el momento que más me gusta del comercial es el último segundo. Es que simplemente me da risa. O sea, no me aguanto. La coqueterÃa me mata. Y me deja como un vil bobo. Listo, me caso.
OK, no es el comercial más antiguo, pero en mi defensa me atreverÃa a a decir que es un rezagado ochentero. Sin embargo, estoy casi seguro que es el que todo mundo recuerda. Nunca volvió a aparecer algo que siquiera se le parezca. Los Chester y los Cheetos palidecen ante el intenso sabor a queso de los Fonzies originales, los de Evercrisp, tristemente vendida a una multinacional. Podrán ser más grandes, venir en tamaño familiar, pero nunca serán lo mismo.
Saltar tratando de capturar los Fonzies que literalmente llovÃan desde el cielo era la fantasÃa de muchos. Hoy estarÃan recontra prohibidos por esos nutricionistas que lo único que han hecho es reemplazar endulzantes naturales como el azucar por sustitutos como la sucralosa y la stevia, que por más natural que sea esta última, los métodos de extracción siguen siendo artificiales. Al final, si no te mueres de diabetes, te mueres de cáncer. Sorry, creo que me fui por las ramas.
El sacajugos es, cosa curiosa, uno de los artefactos clásicos y que nos parecen familiares, pese a que la gran mayorÃa no tenemos uno. Y ha aparecido hasta en los chistes. Asà un humorista famoso puso como tema de sus rutinas el sacajugos como un regalo "reciclable". Porque te lo regalan y... "pa' qué lo vai a abrir si los jugos los venden hechos... y lo guardai y pal próximo matrimonio lo regalai".
Pero la verdad, y es bueno recordarlo, el supuesto "nectar", porque no le pueden llamar "jugo de fruta" porque no lo es, contiene tantos preservantes y colorantes y un sinfin de -antes, que siempre se agradece disfrutar de un jugo natural de fruta. El mayor contra, la flojera. El mayor pro, tener un producto saludable.
Asà que, guatón de la fruta...
De soluciones para la caÃda del cabello hemos oÃdo siempre y quizá hayan existido tónicos capilares, en botellas que daban miedo, desde hace varias décadas. Pero para los que nacimos entre fines de los setentas y comienzos de los ochentas hay uno que se viene de inmediato a la cabeza: Regenerol. El producto que limpia, oxigena y nutre, duró en el mercado al menos un par de décadas. ¿Qué pasó después? Desapareció Princeton. Y con ello desaparecieron -o bien, casi desaparecieron- otras marcas de la firma como Rayfilter. La verdad es que la marca del bloqueador solar Ãcono de los 80s (talvez con el nunca bien ponderado Rayito de Sol) fue vendida. Rayfilter aún existe... pero el contenido de sus envases está lejos de ser como el de Princeton.
A todo esto, ¿no estábamos hablando de caÃda del cabello? Claro, si ahora hay shampoos que prometen la solución, pero en letra chica aclaran que es la caÃda del cabello "debido al quiebre". Ehmmmm... será.