Eran los ochentas. Si tenÃas un Atari eras un afortunado. Si no, siempre existÃa la tele. Y en la tele no sólo los dibujos animados de moda se llevaban los aplausos. También los comerciales y los productos de consumo ¿no? Asà ha sido el cuento siempre. HabÃa cosas que no fallaban: los coleccionables. Por esos años nos tocó a los niños de esa época ver autoadhesivos, figuritas, pulseras, botellitas y un largo etcétera. Y si a eso le añadimos palitos marcados... éxito seguro. En la segunda mitad de los ochentas aparecen los "Minisavoritos". Y un niño como de mi edad aparecÃa en medio de una selva diciendo "¿Sabes por qué están tan contentas? Porque ya tienen un palito marcado más diez pesitos para canjear un minisavorito...". Tan solo un palito marcado más mÃseros 10 pesos y ya tenÃas tu coleccionable. Y ojo, que aparece la figura del "producto imitación": "El león está super enojado, porque compró un Chocolito y un Lolly que no eran Savory, y no puede jugar con los minisavoritos. Acuérdate, los verdaderos Chocolitos y Lolly Pop son de Savory, los únicos que traen los minisavoritos. ¡FÃjate bien!"
Yo pienso que esto de los coleccionables derivo a lo que hoy conocemos como los famosos puntos que nos dan los supermercados o las tiendas de retail cuando vamos a comprar, y que en sà son algo feo y sin gracia. Pero son parte de una cosa que los marketeros llaman fidelización. Para seguir con mi colección y que no quede incompleta antes que se acabe la promoción, voy a comprar sólo helados de esta marca y ojalá me salga el palito marcado para completar rápido mi triciclo Savory y llenarlo de minisavoritos. Aunque el ejemplo más emblemático de coleccionable son los álbumes de láminas. Pero de eso, darÃa para una tarde entera.
Sà alguna vez se preguntó si a los canales de TV, más aún, a los canales de regiones, les daba para tener una unidad móvil, aunque sea sólo de producción, sÃ, les alcanzaba. En 1974, el mismo año en que como ya comenté que UCV Televisión llegaba a Santiago como canal pirata, fue realizado este clip promocional en que se muestra al movil del "canal 4", con las palabras "televisión" y "ValparaÃso" pintadas orgullosamente, circular por las calles porteñas. Finalmente llegan al lugar, montan las cámaras y, como si fuera poco, una cámara aérea da el final emotivo. Y todo con un bonito y emotivo jingle de fondo.
BONUS TRACK!!!
Si usté recuerda a Evercrisp, a la de los 80s, por sus papas fritas y la frase de Don Francisco cuando gritaba "¡Dónde está la papa!" y todo el público gritaba "¡AquÃ!"... déjeme decirle o recordarle mejor dicho, que no fue tan asÃ. De hecho incursionó en barras bañadas en chocolate. O sea, asà como chocolate-chocolate no creo, pero sÃ, asà nos la vendÃan. Y el nombre, más ochentero no puede ser. "Cototo", o su derivado, "cototudo" era como el "bakán" o el "la raja" o "la zorra" de los ochentas. Qué mejor que agarrarse de una palabra hecha de uso habitual para meter un producto. La podrÃan haber hecho. Pero a Evercrisp no la recordamos precisamente por sus barras de confite. Algo pasó ahà que no cuajó. Como sea...
Cualquier cabro chico como uno, que vivió al lado de una construcción, llega a familiarizarse con los materiales de construcción. Se hacen inolvidables el ladrillo "Princesa", el Elastol, que "agarra y no suelta" y su ilustración de un gran bulldog con cara de enojado, la Masisa, las cerraduras Scanavini, los enchufes Bticino, los pisos Flexit (¿aún existen?) y un gran etcétera (¿ve cómo terminé asà de rayado?). Pero hay un material que se queda con un lugar privilegiado y, más aún, como la gran marca de cemento de los ochentas (o incluso antes): el Cemento Polpaico.
"Cemento Polpaico, sÃmbolo de alta resistencia" rezaba el eslogan. Como muchas campañas de ayer y hoy, se basa en la figura del "superhéroe al rescate". FortachÃn, nuestro personaje destacado e Ãcono de la publicidad chilena de todos los tiempos (hay que decirlo) no hace nada. Aunque en verdad, lo único que hace FortachÃn es presumir de su fuerza con el saco de cemento al hombro. Pero en fin, la magia de la televisión nos hace creer que usted o yo, padre de familia, árbitro de fútbol, o simplemente en la circunstancia que se le venga a usté una crecida de rio o un camión encima, puede pescar el saco de Polpaico y en cuestión de segundos parar una ampliación, un Estadio Nacional completo en los terrenos de una cancha de barrio, una represa o lo que se le ocurra.
Esta campaña publicitaria es de 1978 y formó parte quizá de la camada de los primeros comerciales en color de la televisión chilena. Evidentemente editados en formato telecine, el tiempo les ha robado algunos colores, pero de todas maneras un gran aporte de la misma Polpaico que tiene su canal en YouTube.
Era linda la tele de antes. Pura fantasÃa.
Dificil un poco de imaginar, pero... ¿qué pasarÃa si el popular y querido Chavo del 8 fuera en realidad un producto hollywoodense y se quisiera hacer un trailer promocional? Eso está resuelto en este corto de algo más de 3 minutos de la factorÃa Enchufe TV (que ya nos tiene acostumbrados a ver puro filete), y contiene muchos guiños a la serie original mexicana. En 4 dÃas ya va en 7 millones de vistas y subiendo. Imperdible.