CD-i Philips modelo 910 (http://en.wikipedia.org/wiki/Philips_CD-i) |
Sin embargo, la primera máquina de CD-i no vendría a aparecer sino hasta 1991. Esta máquina, por cierto, ya tenía la capacidad de reproducir algunos formatos de CD de su tiempo: por cierto que el CD-audio entraba en el juego, pero más aún otros como el "Photo CD", "Karaoke CD" y el querido y recordado por muchos hasta hoy, el VCD, el compañero de cuneta-store con sus artifacts y su pseudo "calidad-VHS" (aunque necesitaba de hardware adicional).
El aparato resultó ser una suerte de híbrido entre reproductor multimedia y consola de juego (oh... wait! ¿pero si no es eso lo que son las consolas de juego de hoy en día?). En efecto, aparecieron algunos juegos, pero éstos no pasaba de ser adaptaciones de juegos de tablero. El uso de este sistema encajaba más en lo educacional. El aparato llegó a incluso usar joystick (igual que una consola de juego), sin embargo no pasó más de ser una consola de simples juegos de salón y terminó perdida, por su alto precio, por debajo de verdaderas consolas de juego como la PlayStation o la Nintendo 64, que ofrecían una experiencia verdadera de "consola de videojuegos" ya casi a mediados de los 90s. Ya para 1994, pese a ser lanzadas a público en 1991, y luego de hacer publicidad carísima, comenzaron a aumentar, pero muy levemente, las ventas de las máquinas de CD-i. Con los títulos para la máquina CD-i el cuento fue peor: la gente simplemente se resistía a comprarlos. Como era de esperarse, el sistema recibió su tiro de gracia de parte de la misma Philips en 1998, con lo cual desapareció.
Los únicos que podrían llamarse juegos (propiamente tales) para la CD-i fueron algunos lanzamientos de juegos de Mario y Zelda, ambas franquicias de Nintendo, como canje por la ayuda a esta última en el desarrollo de un formato de juego en CD para la Super Nintendo, formato que nunca vio la luz. Esta alianza entre Nintendo y Philips fue, a su vez, producto de otro culebrón, que fue el rompimiento de Nintendo con Sony, entre los cuales también se encontraban desarrollando una extensión similar a la consola (la versión japonesa "Super Famicom" eso sí) para que usara CDs. Y como algunos nerds y otros no tanto saben, cuando Nintendo "pateó" a Sony, esta última se llevó su tecnología de CDs, lo que con el tiempo terminaría en la creación de la PlayStation.
A continuación algunos videos "ilustrativos" de las funcionalidades y capacidades del aparato.
Una escena inicial de uno de los juegos de la CD-i: "Zelda: The Faces Of Evil":
Aquí un comercial de la máquina CD-i marketeada por Magnavox: "CD for your TV". Malísimo (en inglés).
Y aquí una serie de comerciales cual más malo que el otro. Posiblemente estén en alemán. Inentendibles. Y después preguntan por qué no prendió.
Y... era que no... no me podía ir sin dejar un video de una máquina CD-i en acción, gentileza de unnerd tecnófilo que se la compró de segunda mano (en inglés).
Y aquí una serie de comerciales cual más malo que el otro. Posiblemente estén en alemán. Inentendibles. Y después preguntan por qué no prendió.
Y... era que no... no me podía ir sin dejar un video de una máquina CD-i en acción, gentileza de un
Era 1975 y una joven mujer de 25 años, Ángela Carrasco Rodríguez, llegaba a representar a "María Magdalena" en la versión en idioma español de Jesus Christ Superstar. Pero el camino de Ángela partió bastante antes. Nació en República Dominicana en 1950. Cuando niña estuvo muy ligada a lo musical y además a los estudios. Con sólo 13 años daba clases de guitarra en la academia de su padre. Luego de unos años, obtiene una beca para estudiar en España. Estuvo durante un año, primero coanimando, luego estable, en el show de TVE "¡Señoras y Señores!", espacio emitido en dicho país entre 1973 y 1976. Con esa experiencia, y el ánimo de su marido, se presentó al casting de Jesucristo Superestrella, obra que estaba bajo la producción de Camilo Sesto. Así, debuta oficialmente en el mundo de la música siendo parte de la banda sonora de la obra. Y producto de esto, Camilo Sesto y Ángela se conocen y comienzan una sociedad artística, producto de la cual salen a la calle cinco discos producidos y compuestos por Sesto y que resultaron todos ser superventas en Centro y Sudamérica.
Hoy en el Sonido AM tenemos el temón "Alguien como tú", incluido en el disco Dama del Caribe, de 1985. Cuchillos... ¡alejaos!
Hoy en el Sonido AM tenemos el temón "Alguien como tú", incluido en el disco Dama del Caribe, de 1985. Cuchillos... ¡alejaos!
"Agita tu vida, agita Bliss / cambia tu forma de vivir / sé como eres..." Esa era la idea. Remecer una "escena", un mercado, donde los yoghurt estaban relegados a lo infantil. En eso estaba todo cuando aparece este yoghurt que, aunque imitando las botellas de leche de antaño, apuntaba a la juventud. Y la verdad es que era la pura imagen. El yoghurt siguió siendo un estandarte de los niños, con un carácter familiar. La respuesta del de al frente no tardó en aparecer y así nació el Smak de Soprole. Y más aún, como reconociendo que los consumidores de yoghurt seguían siendo los mismos, al poco tiempo aparece un tamaño de Bliss "familiar". Algo así como la Pilsener Cristal, que aunque en su publicidad apuntaba a los jóvenes, se veían, más que jóvenes, viejos consumiéndola. Viejos.
Yo consumía harto Bliss. No todos los días, ya que como buenos pobres no disponíamos de refrigerador, por lo que no podíamos guardar nada en frio, pero cada fin de semana era con hora feliz incluida, la que consistía en que cada producto que se ponía de moda me llegaba directo a la cama (¿ya dije que me metían a la cama por inviernos enteros?). Así conocí el Bliss, el Smak, el Requetegurt (con promoción de las Requetepatitas incluída), el Requetefrut (que no me gustaba tanto porque tenía fruta, aunque siempre, y hasta el día de hoy, los yoghurt con fruta han sido grito y plata), y tantos otros. Creo que un día me trajeron hasta Biovita. Si fuera niño el día de hoy probablemente me tendrían tapado a probióticos.
La publicidad de Bliss, que introduce el tamaño familiar, en el video a continuación.
Yo consumía harto Bliss. No todos los días, ya que como buenos pobres no disponíamos de refrigerador, por lo que no podíamos guardar nada en frio, pero cada fin de semana era con hora feliz incluida, la que consistía en que cada producto que se ponía de moda me llegaba directo a la cama (¿ya dije que me metían a la cama por inviernos enteros?). Así conocí el Bliss, el Smak, el Requetegurt (con promoción de las Requetepatitas incluída), el Requetefrut (que no me gustaba tanto porque tenía fruta, aunque siempre, y hasta el día de hoy, los yoghurt con fruta han sido grito y plata), y tantos otros. Creo que un día me trajeron hasta Biovita. Si fuera niño el día de hoy probablemente me tendrían tapado a probióticos.
La publicidad de Bliss, que introduce el tamaño familiar, en el video a continuación.
Siempre he dicho que una suerte de "fetiche musical" mío es sentarme (en un buen sillón ojalá) a escuchar los discos completos. Y es así como se descubren joyitas. De esas que no se encuentran en un Greatest Hits, ni en los rankings, ni siquiera en discos single. Por alguna razón los discos antiguos traen menos de lo que muchos discos actuales, además de sonar como tarro, tienen de sobra: canciones relleno.
Este tema está incluido en el disco Super Trouper de 1980. Originalmente era la canción de al medio del lado B. La acompañaban temas mucho más conocidos y hits radiales como (obviamente) Super Trouper, The Winner Takes It All y Lay All Your Love on Me. En este disco ya se comenzaban a traspasar a las letras de las canciones los conflictos entre el grupo, como el ya ocurrido (un año atrás) divorcio de Björn y Agnetha (la rubia, a la que ya tuvimos por aquí hace unas semanas). Este fue el último disco que siguió la secuela de superventas indiscutidos de los setentas. El siguiente disco, The Visitors, publicado al año siguiente, a mi parecer fue un disco incomprendido. Ya, con ese disco, estaban abandonando definitivamente la orientación de "música feliz" para pasar a un pop más serio y con temáticas más serias. Es en este último disco de estudio en donde se notan definitivamente los roces y conflictos dentro del grupo en sus letras. Fue entonces cuando gran parte de sus fans se comenzaban a desencantar. Esto unido a los conflictos ya mencionados hizo que todo se acabara entrados los 80s.
Sigo creyendo que The Visitors era un disco filete. Pero por ahora nos quedamos con esta joyita.
Este tema está incluido en el disco Super Trouper de 1980. Originalmente era la canción de al medio del lado B. La acompañaban temas mucho más conocidos y hits radiales como (obviamente) Super Trouper, The Winner Takes It All y Lay All Your Love on Me. En este disco ya se comenzaban a traspasar a las letras de las canciones los conflictos entre el grupo, como el ya ocurrido (un año atrás) divorcio de Björn y Agnetha (la rubia, a la que ya tuvimos por aquí hace unas semanas). Este fue el último disco que siguió la secuela de superventas indiscutidos de los setentas. El siguiente disco, The Visitors, publicado al año siguiente, a mi parecer fue un disco incomprendido. Ya, con ese disco, estaban abandonando definitivamente la orientación de "música feliz" para pasar a un pop más serio y con temáticas más serias. Es en este último disco de estudio en donde se notan definitivamente los roces y conflictos dentro del grupo en sus letras. Fue entonces cuando gran parte de sus fans se comenzaban a desencantar. Esto unido a los conflictos ya mencionados hizo que todo se acabara entrados los 80s.
Sigo creyendo que The Visitors era un disco filete. Pero por ahora nos quedamos con esta joyita.
Para hoy no hay una historia. De ésas que uno empieza escribiendo "Perico de los Palotes nació en 19-superviejo en Chuchunco City. Desde pequeño se interesó por la música hasta que vino un cabrón manager que descubrió sus talentos y así fue como grabó en el año 19-no-tan-viejo su primer disco, y yadá yadá yadá..." Hoy no hay de eso. Más bien no vale la pena. No es ninguna obra maestra de la música y hoy tal vez no sea el típico jueves-baile a los que estamos acostumbrados. Pero me suena a un tiempo en que todos se veían felices. Aún.
Y es 1997. Segunda mitad de los 90s. Tiempos de chicas tecno, de "1-2-3-¡RICA!" ...de esas cosas.
Y es 1997. Segunda mitad de los 90s. Tiempos de chicas tecno, de "1-2-3-¡RICA!" ...de esas cosas.