Eran mediados de los 80s, y Soprole dominaba el mercado del yoghurt con su "lo podemos lograr". A mediados de los 80s aún no existía el yoghurt Nestlé y Yely estaba en decadencia (¿Se me olvida alguna? ¡Abajito en la cajita de comentarios!). Pero había otra marca que en su tiempo era la única que le podía hacer algo de competencia: Dannon. Aunque en Chile no era más que una franquicia en poder de Loncoleche y licenciada por la Dannon gringa. De ahí lo secundaria de la marca Dannon. Si no quieres que se te meta competencia, pues compra su marca. Dannon a su vez era la continuadora de Danone en América, la cual huyó a nuestro continente por asuntos de la guerra y se cambió efectivamente el nombre a Dannon, para hacerla más gringa. Pero tanta historia no viene al caso.
Este era uno de esos concursos con los que los cabros chicos rallaban la papa. Uno de los cuantos. Aunque debo decir que Soprole era la reina de los concursos (y sin mencionar los de las tapitas en Sabados Gigantes). Dannon en este concurso regalaba toda suerte de chiches electrónicos, algunos más tradicionales como televisores (ignoro si eran a colores) y otras cosas como Ataris (mencionados no por su marca, pero sí como "los computadores del futuro"), televisores portátiles (¡a pila, una novedad en su tiempo!) y juegos electrónicos, como los que traían los relojes digitales Casio pero más grandes. Y el gran premio era un automóvil "computarizado", el cual me tinca que era un simple automóvil con un aparato con botones que hubo de servir para alguna cosa, un juego, un reloj, pero sin niguna conexión con el funcionamiento del auto, toda vez que los verdaderos computadores en conexión con el funcionamiento de los autos son algo muy reciente. Seguramente el singular accesorio futurista estaba influído por lo que estaba de moda, el DeLorean de Back To The Future (que sí era computarizado de verdad... pero era ciencia ficción).
Sin más, el comercial de marras. El jingle, también, estaba "inspirado" en una canción de moda ("Wake Me Up, Before You Go-Go", del grupo Wham).
No existían los pseudo yogurts, ni los griegos, ni los para el tránsito lento ni los con probióticos. Pero los cabros chicos alucinaban.
La marca Dannon, unos años después, nos deja el recuerdo del ya clásico Danonino "Fue el peyo, mami". Loncoleche la usó un rato más y después chao. Hasta que varios años después, la misma Danone (ahora con el nombre europeo), compra en el 2007 una láctea en el sur (en Chillán, para ser más exactos) y se instala como tal.
Este era uno de esos concursos con los que los cabros chicos rallaban la papa. Uno de los cuantos. Aunque debo decir que Soprole era la reina de los concursos (y sin mencionar los de las tapitas en Sabados Gigantes). Dannon en este concurso regalaba toda suerte de chiches electrónicos, algunos más tradicionales como televisores (ignoro si eran a colores) y otras cosas como Ataris (mencionados no por su marca, pero sí como "los computadores del futuro"), televisores portátiles (¡a pila, una novedad en su tiempo!) y juegos electrónicos, como los que traían los relojes digitales Casio pero más grandes. Y el gran premio era un automóvil "computarizado", el cual me tinca que era un simple automóvil con un aparato con botones que hubo de servir para alguna cosa, un juego, un reloj, pero sin niguna conexión con el funcionamiento del auto, toda vez que los verdaderos computadores en conexión con el funcionamiento de los autos son algo muy reciente. Seguramente el singular accesorio futurista estaba influído por lo que estaba de moda, el DeLorean de Back To The Future (que sí era computarizado de verdad... pero era ciencia ficción).
Sin más, el comercial de marras. El jingle, también, estaba "inspirado" en una canción de moda ("Wake Me Up, Before You Go-Go", del grupo Wham).
No existían los pseudo yogurts, ni los griegos, ni los para el tránsito lento ni los con probióticos. Pero los cabros chicos alucinaban.
La marca Dannon, unos años después, nos deja el recuerdo del ya clásico Danonino "Fue el peyo, mami". Loncoleche la usó un rato más y después chao. Hasta que varios años después, la misma Danone (ahora con el nombre europeo), compra en el 2007 una láctea en el sur (en Chillán, para ser más exactos) y se instala como tal.