Inolvidable, grabado en la memoria colectiva como quizá muy pocos comerciales. ¡Déjame uno! El desgarrador grito desde fuera y una coqueta dama terminándose la caja de Vizzio ella solita.
El tema de fondo se llama "Elegy", de los mÃticos Jethro Tull.
Una joyita ochentera.
En la foto, el último grito de la tecnologÃa: el nuevo "ultraportatil" de Movistar. (FotografÃa de @fernastro)
Uno se imagina en una de las fantasÃas más fantabulosas, que se podrÃa llegar y conectar el celular a la tele para ver los canales de su servicio de TV digital y adiós parabólica, o bien que al teléfono fijo le saliera una antena por detrás y chao cable, o que el computador ya no estuviera conectado a un módem y se le enchufara un celular o un pequeño accesorio vÃa USB para conectarse (espera, eso ya existe...). No, algo aún más freak: de la nada, todas las teles, computadores y teléfonos fijos se derriten y se transforman en una M fosforescente, como en su publicidad (¡qué miedo!).
No, algo aún mas simple: en la casa matriz española, decidieron que los servicios hogar y los servicios móviles compartirÃan una sola marca. Y el lugar para comenzar este gran cambio es... Chile. De la noche a la mañana, todos los servicios de Telefónica Chile pasaron a ser Movistar, igual que los móviles. Entonces aparecieron (y aparecerán) teléfonos fijos, TV digital e Internet "banda ancha" -cableada- de la gran M.
Chile, conejillo de indias de, si lo hubiésemos visto hace apenas unos 5 o 10 años, una locura. Razones: su madurez de mercado, su "orden" legal y su tamaño reducido, más "controlable" para revertir alguna mala decisión y que no afecte tanto. Eso por un lado. Por otro lado, implica la unificación de los canales de servicio de los dos brazos de la compañÃa española: los clientes tanto de servicios móviles como de servicios hogar serán atendidos en sucursales previamente Movistar como en las de Telefónica Chile que hoy se transformaron en Movistar. Todo esto también trae consigo la extensión del club de beneficios (Club Movistar) a los clientes de servicios hogar ex-Telefónica Chile. Y cual es el fin último: la convergencia. Algo que hace 5 o 10 años no era tan evidente, ahora sà lo es. Y pa' allá va todo el mundo.
Pero igual es frik. De partida, la marca: Movistar... "movi", o sea, móvil, pos. Bien raro parece en los tiempos actuales que servicios cableados lleven una marca que comienza con "movi". En el futuro quizás, cuando se hayan erradicado los cables y todo sea "movi". Ahora, es raro. ImagÃnate... un teléfono público "Movistar".
Vieja y querida "CompañÃa de Teléfonos de Chile", esa compañÃa que para contratar sus servicios habÃa que inscribirse en una lista y esperar meses, esa empresa a la que sólo una pequeña "elite" podÃa acceder. Vieja CTC, sacúdete en tu tumba.
Siempre salÃan los mismos. Modelitos, sin duda, con mucho blablá ultra libreteado y cero cerebro. Nos mostraban cómo "se divertÃan" carreteando las noches de fin de semana en una mierda llamada "LÃnea Chacotera" (que perfectamente podrÃa llamarse "estafa" chacotera porque la mugre valÃa $500 el minuto). Más encima cara la cochiná. Y los pelotas invitaba a la gente a llamar para hablar con ellos. Ja... bacán panorama.
¿Hay algo más loser que aparecer en la LÃnea Chacotera? Sin duda: verla. ¿Y algo más loser aún? Comentarla y grabarlo para la posteridad. Desclasifico un audio donde me grabé yo mismo, antes siquiera de tener un blog o de tener la idea de un podcast. Pelando la LÃnea Chacotera, obvio.
En Repeat: Alphonso S'entrega - Barrio Chino (1986)
Amable lector, los orÃgenes de esto se remontan a la compra en febrero de 1972, por parte del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, de la Editorial Zig-Zag, a partir de la cual fundaron la mÃtica Editora Nacional Quimantú. Esta casa editorial se caracterizó por editar libros en tirajes masivos (de 50000 copias hacia arriba) y a bajo costo, tanto asà que se dice que fue artÃfice de una verdadera "revolución del libro" en Chile. Su orientación fue llevar la "cultura" a todo el pueblo. Y si hubiera que medirlo con cifras, lo logró con creces: en tan sólo un año llegó a vender 5 millones de libros. Claro, cultura ideologizada, revolucionaria, marxista y yada, yada...
Hasta que llegó el golpe encabezado por la junta de Don Pino el año 73 y Quimantú fue cerrada por el nuevo gobierno. Los militares irrumpieron en las casas en busca de material relacionado a las ideas del gobierno caÃdo y naturalmente que tomaron grandes cantidades de material impreso, libros y revistas, donde abundaba material de Quimantú. Y lo que no fue quemado, se lo llevaron a la planta de la CMPC (popularmente llamada "la papelera") en Puente Alto, donde fue triturado para convertirse en el nuevo producto estrella, el "Papel Cebra", un papel para envolver llamado asà porque llevaba franjas pintadas y que fue furor entre los comerciantes.
¡Cuando poco se hablaba de reciclar y de ecologÃa, los militares ya reciclaban! Mish... Y asà transformaron un saqueo con tinte de ultraje... en un "regalo". Un carerrajismo notable, sin duda.
Al menos algo de todo ese papel tuvo un final digno y no fue transformado en papel confort.
Almacenero: Lista su compra, señora. Se la envolvà en el nuevo papel, es un...
Señora: ¡Papel de regalo! ¡Y se parece a la piel de una cebra! ¡Oooooh!
Almacenero: Justamente, doña Rosita. Es el nuevo Papel Cebra, para que cada compra parezca un regalo.
Off: Papel Cebra, un nuevo producto de la Papelera.