Cuando eras chico te engolosinaste con esos programas donde con desechos y materiales de librerÃa se podÃan construir maravillas. Si hubiera existido Art Attack, habrÃas alucinado con eso. Eras el primer gil que terminaba los trabajos de artes manuales y el que conseguÃa los trabajos más pro de toda tu clase. Le pediste ayuda a tu papá, a tu mamá, al vecinito de la cuadra, a la niñita que te gustaba, hasta a tu gato. Te llamaban el as de los rollos de papel confort, el cabrón de la cartulina y el papel lustre, el gurú de la goma de pegar, el sensei de los palos de helado y el master de los palitos de fósforo -y si hubiera existido la goma eva, también te habrÃa tocado un trofeo-.
Si ése es tu currÃculum, toma nota de lo que Patana de 31 Minutos te va dictando. Porque estoy seguro que esto será tu consagración, muchacho.