El secreto a voces se hizo realidad. Lo que me temÃ, sucedió. Está tan floja la neurona por estos lados que a los cerebros brillantes de uno de los holdings radiales chilenos se les ocurrió traer lo que afuera es grito y plata. El pasado viernes, luego de una marcha blanca de dos meses luego del cierre de la radio Cariño -que no prendió a nadie-, debuta en Santiago la Radio Disney, en el 104.9 FM (léase "ciento cuatro nueve") frecuencia que fuera alguna vez de la mÃtica radio Nina. Para quien no sepa qué es Radio Disney, no se trata de Goofy, Mickey y Donald al micrófono, no señor. Esta apuesta se define como una radio familiar (aunque orientada a adolescentes), con variedad musical (que espero que no termine siendo un playlist con 200 mp3), con énfasis en la entretención y con un nexo muy fuerte con sus auditores.
Los números acompañan a la nueva señal: es primera sintonÃa en el segmento adolescente en Argentina, Paraguay, Uruguay y Ecuador, y segunda en Guatemala, Costa Rica y República Dominicana (sin contar que, con el canal de cable, definitivamente la rompen). Por todo eso, pareciera que la nueva sucursal chilena del gigante del entretenimiento es como la guagua diabólica: no lleva una semana de vida y ya las demás radios del segmento le tienen miedo.
La entrada de la radio del ratón viene en grande. Ya ha salido masivamente la publicidad en TV (coincidiendo con la Teletón, lo que fue definitivamente un golazo). El próximo 5 de diciembre comienza toda la máquina promocional "en terreno" en el boulevard del Parque Arauco para luego extenderse a otros lugares similares.
Pese a que pretende ser una propuesta variada en lo musical, reconozco que aún tengo un prejuicio enorme con que una radio "Disney" se instale por aquÃ. Si ya la marca de las orejas redondas me reventó las balls con High School Musical y toda su máquina marketera, y todas esas creaciones afines como Camp Rock (rock para nenes que no saben de rock) y otros, da como para pensar a la rápida que le van a dar sólo a eso.
Es de esperar que la ejecución de la obra por parte de Dial no guatee, si no, pregunte por Club FM... De todas formas, ya estoy bien viejo para escuchar algo como esto. A ver con qué salen las demás radios juveniles ahora. A ver si hay tanta razón para asustarse. Talvez marque un hito. O talvez resulte ser que la Radio Disney, de "Disney" tenga el puro nombre.
Radio Disney, en el 104.9 de Santiago y en http://www.radiodisney.cl.
Hay que decirlo. Una calientasopa ochentera de aquellas... Modelo horny, cantante, actriz, sex-symbol... de qué no se las dio. Después en los noventas se las dio de canuta y al final de la década se corrieron hasta rumores de que... ehm... le gustaba la tortilla... Todo un ejemplo...
Pero esto sonó harto y fuerte. Asà que, con todo, se merece su repeat.
En Repeat: Samantha Fox - Nothing's Gonna Stop Me Now (1987)
No hay dÃa que no me toque oir a alguien una frase del tipo "...el Metro está cada dÃa más malo..." Y la verdá es que cada vez más se ven atrasos en la frecuencia, cierres de estaciones (aunque ya no tanto), estaciones llenas, gente de mal carácter, teles estridentes cuya programación es casi un 50% publicidad, pirañas tras el último asiento, bloqueo de tránsito en pasillos y hasta lanzazos, que ya paciencia queda bien poca. Antes no dudábamos en poner a nuestro Metro de Santiago entre los mejores del mundo. Ahora sus lÃneas invadieron la periferia y con ello la cultura (o incultura) de esta gente hace de las suyas: ascensores montacargas fuera de servicio, rayados, flaites con celulares reggetoneros "poniendo ambiente", sobacos jugosos a las 7 de la tarde, y un largo etcétera. Entonces hay gente que ya odia el Metro. Y el pobre ya se siente menos querido que nunca.
Si los panes de molde que debutaron en 1975 en la lÃnea 1 hablaran, contarÃan que la gente los esperaba con gran alegrÃa y entusiasmo. Distinta es la cosa ahora. Producto de un plan de transporte que lo consideró como una suerte de articulador suyo, los pasajeros aumentaron a más del doble, mucha de esta gente, desgraciadamente, careciente de una "cultura de metro". El servicio empeoró y los coletazos previos contaron hasta con la renuncia de su ex-gerente. Al final el Metro se chacreó. Derechamente.
Los 40 años de la empresa Metro no llegaron en el mejor momento. La nueva campaña del Metro viene precisamente al rescate de eso. O al menos, lo intenta. Porque ya el mensaje no es enseñar modales sacados de la biblia de la cultura de metro. Ahora el mensaje es reconciliarse con él y volver a quererlo y respetarlo tal como antes. El nuevo slogan es "te llevo bajo la piel". Porque aunque ya no nos agrade (como antes), lo terminamos usando igual. Nos carga que vaya lleno, y que nos tengamos que subir al cuarto tren que pase, pero en el fondo todavÃa le encontramos ventajas, los tiempos de viaje aún son más regulares que viajando en bus, es de todas formas más seguro, y un cada vez más corto etcétera, pero aún existente.
El Metro hoy, a 40 años de su fundación, te suplica cariño otra vez. Quiere que ayudes a cuidarlo, a respetarlo, como hace muchos años, cuando aún no era caótico, sus "pocos" usuarios agradecÃan sus futuristas tiempos de viaje.
Cuando chico, en mi familia se tomaba harto vino. Harto. Incluso tanto o más que la cerveza. No digo que sean todos unos curagüillas, pero el vino era bien popular. Y en botella, mier... na de vino en cartón aquÃ. El Santa Rita, el Concha y Toro, los viejos se los hacÃan chupete. Ahora entre una buena cerveza y un mal vino, no hay donde perderse. Incluso, aberraciones de los últimos años como vino hecho con uva de mesa tuvieron sus adeptos, pero ya van en decadencia.
Esta joyita es del 83, de vino "Familiar" de Concha y Toro. Con una aparición de culto de Tommy Rey, Roberto Poblete y Carmen Ibañez, la parlamentaria que en este comercial se ganó el apodo de "la regalona", de todas formas se merece un Spot del Recuerdo.
¿O se le refinó el gusto a la gente o antes con poca plata te comprabas un buen vino? Me quedó la duda...
Reconozco que a este señor no le habÃa escuchado el nombre ni en pelea de perros. Pero la canción sÃ. Y harto. Un track olvidado de la transistor de la abuela que merece su rescate. Aunque, hey, no es taaaaaan viejo...
En Sonido AM:
Juan Erasmo Mochi - Qué hay en tu mirada (1976)