Aunque la huevadita haya pasado hace dos semanas, me voy a "dar el lujo" de escribirla igual. Ya fueron las fiestas patrias y en el lugar en el que casi siempre voy a almorzar, un patio de comidas frente a la Bolsa de Comercio, no podÃan ser menos y engalanaron en forma ad-hoc el ambiente. Adornitos tricolores por allá, luces que ahora se iluminaban con los colores patrios y la música ochentera trillada daba paso a un duo de guitarreros que dejaban sordos a los comensales. Los auxiliares (o sea, la gente que se encarga de ordenar y sacar las bandejas), vestidas de traje tÃpico, daban para pensar si era digno para estas fiestas vestir a la servidumbre de traje patrio. Al lado derecho de la escalera mecánica, un barril con unos cuantos vasitos de estos desechables con vino tinto y tras de éste una mina vestida de huasa (era que no) que se encargaba de servir los vasitos con vino desde una botella cuya etiqueta fue de adrede cubierta para no hacer (anti)publicidad gratis y no desvirtuar la fecha. Los comentarios pelotas de la gente no se hicieron esperar. Que de qué marca es el vino, de qué año, variedad... ¡HUEON! ¡ES VINO CHILENO Y SE ACABO!
Como tan pelota...