En el mismo blog del podcast y por Twitter he insinuado algo. Lo que pasa es que me atrevà a enviar la edición de esta semana de mi podcast a nada menos que a Podcaster. Y ahora me está dando susto.
Motivos hay varios: que el programa sea demasiado liviano, que sea raro, hasta que sea tonto. Por otro lado, me parece que no vale tanto ya la orientación inicial de que estaba abierto a cualquiera y ahora, con lo que se puso de moda gracias al podcast de José Miguel Villouta, mucha gente haya conocido este nuevo medio y quiera tener un podcast propio y hayan tenido que filtrar solicitudes. Todo esto sin contar que se le pidió expresamente a una colaboradora que alguna vez tuvo el podcast más bajado de Podcaster volver con una nueva serie de programas. Después, en recortes de prensa (PDF) aparece que en Podcaster se enorgullecen de tener los mejores y más diversos contenidos en podcast en español, luego de España. Con eso, ya me empieza a dar susto.
La gran duda es si puedo ser un aporte. Se sabrá pronto, si me responden el correo que les mandé anteayer.
La pequeña gran dosis de inspiración de la semana: Meganoticias
- Por Preto
- abril 02, 2008
Esta imágen de arriba es de Sky News, del Reino Unido. ¿Les parece familiar? Pues claro, son las mismas gráficas copiadas a la pata para enchular el nuevo Meganoticias. Aunque, claro, digo a favor del refrito chileno que el logo de la esquina inferior izquierda en Sky News es animado, o sea, no es tanta copia. ¿Pero cómo no? El parecido y la inspiración divina saltan a la vista:
¡Qué dijeron! Como nadie cacha Sky News, nadie se va a dar cuenta... Esa creatividad del chileno, que a veces creo que no pasa de ser un mito.
[vÃa foros Fotech]
¿Viste alla...? En una de las tantas salidas a almorzar, mi compañero de oficina me señalaba quienes, según él, andaban teniéndole ganas a lo ajeno. No, no và nada, le dije. Y no me interesaba. No me voy a cagar la vida con ese miedo a lo que jamás me ha sucedido. Y dejé que siguiera gastando el tiempo en contar cuántos flaites tirando las manos encontraba en el Paseo Ahumada, total, para realidad amarillista está la tele. Pero no tomis la bolsa asÃ, me decÃa cuando trataba de acomodarme a la mano la doble bolsa negra donde llevaba la Playstation 2 flamante y recien comprada en el Eurocentro. Agota que a uno a cada rato le estén haciendo notar sus torpezas. Y es que no estoy aquà para deslumbrar con mi astucia en medio de la selva del centro. ¿Me permite ser feliz? No importa si usté ya se rindió y aportilla hacia abajo. Al menos déjeme a mà con mi cuento.
En la oficina no hay semana en donde no se hable al menos un dÃa sobre delincuencia. Y esa tarde, casi corriendo para comprar antes que quedara la cagá en el centro con los huevas de siempre. Todos corriendo, pidiendo permiso en las oficinas para salir antes y huir rápido a casa, viviendo toques de queda impuestos por quienes, supuestamente, fueron los mismos que luchaban contra ellos hace 20 años.
Llévese su miedo. Aquà molesta. Quiero ser feliz. Si usted no, pues chÃnguese.
Este martes comienza otra incursión de Coco Legrand en tele. Esta vez por TVN. Se trata de "El DÃa del Coco", una serie de 8 capÃtulos grabada "de corrido", en formato café-concert, de revisión del libro que escribió en conjunto con la psicóloga Pilar Sordo llamado "Con el Coco en el Diván". Un programa de humor reflexivo que tratará sobre las cosas cotidianas, los hijos, la vida de pareja, en el estilo que ya le conocemos.
Pero hay algo que no me encaja. Su biografÃa oficial en su sitio web no menciona ni una sola vez la palabra "televisión". Yendo a la memoria televisiva, los momentos en que el Coco "brilló" se quedan en uno que otro programa setentero (en donde interpretaba al "Lolo Palanca" y al "Cuesco Cabrera") y a los festivales de Viña, incluyendo el de 1980 en el cual su rutina fue cortada abruptamente por el canal organizador, TVN, "por motivos de tiempo". Juró no volver, promesa que mantuvo por 20 años. En 1990 volvió a la tele en un programa que pasó sin pena ni gloria por la parrilla de un incipiente Megavisión: "De lo bueno, Coco". Luego, más recientemente, participó de un par de estelares en TVN y Canal 13, en donde definitivamente no brilló. Hasta ahora, en que se anuncia su nueva propuesta.
A la medida, haciendo lo que él sabe mejor hacer, a su pinta, en su formato café-concert que le ha dado fama por años. Pero en la tele, esa cajita rectangular que desde hace mucho y, de no ser por festivales de Viña, ya no le hace justicia. Me pregunto si la nueva generación de pantallas planas será más benévola.
"El DÃa del Coco", los martes a las 22, por TVN.
Le pone caritas a los técnicos que instalan el servicio, se la pasa espiando a toda la familia y, por si fuera poco, a todo el vecindario que según ella está revolucionado. Habla como si el mundo girara en torno a la tele. Su labor y su aporte al mundo: quedarse todo el dÃa en la casa o copuchentear con las vecinas de la cuadra mientras el marido trabaja para pagar esa maravilla que revolucionó el barrio completo. Ni despampanantemente sexy como para distraer la atención de lo que está vendiendo, ni un monstruo que haga cambiar el canal. Cual Wilma Picapiedra, ella es como una ama de casa feliz, pero que no se hace problema si el marido se fanatiza con futbol o si de tanto High School Musical los niños no salen de su cuarto. Y entre tanta maravilla, intenta convencernos que la felicidad comienza por pagar 15 lucas al mes por un puñado de canales y asà aprender nuevas recetas y mantener al marido feliz sin que haga el ridÃculo poniéndose un colador en la cabeza y haciendo equilibrio para ver la tele.
Ella es la gurú de Telmex TV. Una persona ni como usted, ni como yo. Es más, estoy casi seguro que no existe.
Dificil que no lo haya visto al menos haciendo zapping. Pero, a menos que se las dé de snob a la chilena contratando cable y borrando los canales nacionales, o si de verdad que no tiene tiempo de ver tele, no creo que no se haya percatado de la enchulá de las noticias del vilipendiado Canal 13.
De partida, da la impresión de noticiero argentino, pero no es algo malo en sÃ. Los colores "tipo Windows Vista" recuerdan la escasez de cosas originales, pero se ve decente y pasa. A uno, cuando ve en la pantalla "Tele 13", se le viene inevitablemente a la memoria la época del sin pena ni gloria "centro de noticias", cuando se fue "Don Eleodoro" y cambiaron el logo de casi 40 años. La tipografÃa parece de matinal y no de un noticiero, pero al menos busca diferenciarse de la competencia de la crónica roja a la que en la competencia le dan a destajo. Al menos es consecuente con lo que fue su campaña previa, esa en que salÃan las cabezas de pescado, en alusión directa a las noticias del canal del Sr. Piñera, que ya le hacen cosquillas al 13.
Qué mejor tipografÃa para un noticiero intensivo en crónica roja. Bien tosca.
Lo que todavÃa no digiero bien de las noticias del 13 es la huincha de texto en el mesón de la escenografÃa, a veces increÃblemente acorde a lo que el presentador habla pero, al final del dÃa, demasiado futurista para mÃ. Talvez en un par de meses me acostumbre.