Este fin de semana fue relajado. Dentro de lo que se pudiera tener por relajado. Mi viejo y su polola, que otra vez vive con nosotros, pasaron la noche del sábado fuera. Volvió a traerse algunas cosas, incluÃda una discreta colección de cassettes. Esos cassettes que aunque puedan copiarse, no son lo mismo. Creo haber dicho ya anteriormente que ella es super ochentera. Asà pude notar algunas joyitas, como un cassette de Tears For Fears original de color blanco, del año 1982. También tenÃa otro de Genesis, pero grabado de la radio. Era un Maxell de color negro con dorado que se veÃa tanto o más viejo que el de los Tears. Dato aparte, se escuchan mejor que los de ahora. Será por su fabricación foránea, qué se yo, el asunto es que hasta los cassettes de ahora, fabricados en Chile, se escuchan peor. Me dan ganas de pensar que mi afición por lo ochentero es una alpargata al lado de la de ella, que sà vivio esa época como una joven enamoradiza que rayaba con la música de su tiempo.
Al otro dÃa estaba escuchando un especial de Journey en la radio Universo (creo), cuando llega mi viejo y pone su música tropi-flaite-cebolla-saund-mayami y ahà se me vino todo abajo. O sea, entre Journey y Caña Brava... por lejos Journey... Al menos a mà no se me ocurre cómo pueden existir gustos tan dispares en cuanto a música entre ellos.
Yo empecé a grabar música de la radio en 1992 cuando tenÃa 12 años. Pura basura. Pero ha ido mejorando. Igual es raro escuchar la música de uno en otra habitación de la casa. Pero no me preocupo. Por 2 a 1, en mi casa ganan los ochenta... lejos.
Al otro dÃa estaba escuchando un especial de Journey en la radio Universo (creo), cuando llega mi viejo y pone su música tropi-flaite-cebolla-saund-mayami y ahà se me vino todo abajo. O sea, entre Journey y Caña Brava... por lejos Journey... Al menos a mà no se me ocurre cómo pueden existir gustos tan dispares en cuanto a música entre ellos.
Yo empecé a grabar música de la radio en 1992 cuando tenÃa 12 años. Pura basura. Pero ha ido mejorando. Igual es raro escuchar la música de uno en otra habitación de la casa. Pero no me preocupo. Por 2 a 1, en mi casa ganan los ochenta... lejos.