Réclame: XAT - $ + BKN (menos plata, más bakán) de Aló! PCS (2002)
- Por Preto
- marzo 10, 2024
XAT - $ + BKN. La campaña que pretendió instalar los SMS de los celulares como nadie más lo estaba intentando. Tan asà que en tiendas y sucursales Entel te regalaban un “Diccionario XAT”. La misión era transformar algo cutre, charcha y recontralimitado en algo cool y en onda, y se logró. Con ello, crearon el hábito de los SMS o, en ese tiempo, “mensajes de texto”. Ya vendrán luego los antiofertones de Entel en forma de “La carguita feliz” o, como la llamo yo, “la carguita infeliz”: no sé, por una luca o dos lucas de ese tiempo daban 10 minutos, 10 SMS y alguna que otra yapa más. Mi yo del 2024 no podrÃa volver a esa época.
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Al poco rato de haberse transformado en Telefonica (sÃ, sin tilde), la relanzada compañÃa estrenó en sociedad su nueva tarjeta prepagada: la Tarjeta LÃnea Propia. Si me lo preguntan, un nombre innecesariamente largo. Y para promoverla, echaron mano de su rostro estrella, el futbolista Iván “Bam Bam” Zamorano. Se montaron un cuento en una casa donde vivÃa una numerosa familia de fanáticos del fútbol, de La Roja y de Zamorano, comenzando por el dueño de casa. Y estaba tan establecido que las llamadas debÃan ser con la tarjetita, que ni al mismÃsimo Bam Bam, que quedó en pana con el auto, le prestaron el teléfono sin tarjeta. Con tarjeta, compadre.
Al poco rato cacharon que ese nombre largo no era buena idea. Y ni con tarjetas de Pokémon lo arreglaron. Les quedó peor: “Tarjeta LÃnea Propia Pokémon”. Salieron, al fin, con la sigla TLP como marca, lo que al final no fue una idea tan brillante (es que, en serio, TLP no me dice nada), pero era menos horrible que usar su nombre completo. Y la tarjeta servÃa hasta para acceder a Internet. ¿Habrá sido conveniente llamar o “navegar” asÃ? PermÃteme dudarlo.
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¿Revisemos TapsÃn? Los chicos de Maver, hace dos décadas, se tiraban uno tras otro. Y asÃ, llegamos a un réclame de TapsÃn PerÃodo que NO, reitero, NO es “le saco la sal”. Gracias a TapsÃn PerÃodo, hace dos décadas, una soa, como cualquiera de este paÃs, que quiera revivir la llama, y que, sin ser una belleza canónica despampanante, igual se regalonea su poquito, puede transformar los dolores de cada mes por terminar el dÃa con su mono, pero en versión mino, cuico high life y sin rastro de modales de roticuaco. TapsÃn PerÃodo “te arregla el mono”, decÃan.
Pa’ mÃ, por lo menos, imposible comprobarlo, aunque vuelva al 2002. Elijamos creer.
Ya se apareció marzo, y los brocacochis vuelven a la escuela. Y sÃ, esto era un Chile paralelo. Un Chile donde los micreros les paraban a los escolares y en donde los escolares saludaban de besito al micrero, como si fuera el tÃo del furgón. Yiaaaaa.
El Comité Nacional de Educación de Tránsito puso mil y un avisos en la tele recordándole buenas prácticas a la gente a la hora de usar la calle… y también desaconsejando hacer burradas, obvio. Pero esto… uf.
Y una noticia que pasó bien desapercibida, entre tanto Festival de Viña, fue el anuncio que realizó Movistar Chile en el marco del Mobile World Congress que se desarrolla en Barcelona, España, y que la prensa informó el pasado 28 de febrero. La compañÃa confirmó que ya desconectó todos los teléfonos públicos del paÃs. Los pocos teléfonos de este tipo que quedaban en funcionamiento fueron silenciosamente desconectados uno por uno, sin que a nadie le importara. Es, queridos hermanos en la fe, el fin de una era. El único teléfono público que dejaron funcionando fue el de Cachiyuyo, Región de Atacama.
Y ahora, para despedir a nuestros fieles amigos, una llamada como la primera llamada que hice en un teléfono público: La hora exacta… 22… horas… 29… minutos. La temperatura… 23… grados. Gracias por llamar.
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Hubo varios nombres con los que las tiendas llamaron a sus liquidaciones (distintos a decirle “gran liquidación” o cosas de ese corte), pero hubo una liquidación que casi se carga la vibra de una generación completa: La Gran Barata Village. Cuando recordamos Village, recordamos cosas en onda girly, o regalos especiales, o tarjetas de saludo que no eran del montón. Pero cuando Village anunciaba su “Gran Barata”, como que ya lo que se anunciaba no era tan especial y en vez de eso, se acentuaba lo barato, al punto que daba una vibra peligrosamente cercana a los mall chinos de ahora. Con dos chauchas armaban un réclame. En todo caso, nunca fui a una Gran Barata Village, asà que esto es sólo la impresión que dejaba al verlo por la tele.
Y sÃ, a nuestra “pausa publicitaria” desde ahora le comenzaremos a llamar Réclame, porque es una palabra chistosa que no se puede perder, que la tuvimos metida tanto tiempo, que viene casi desde los orÃgenes de la publicidad, es más universal de lo que muchos piensan, y hay que rescatarla.
Cuando el verano ya comienza a entrar en tierra derecha (¡no, Oompa, marzo no es verano!) revisamos promos de temporada de las que gozábamos antes de internet y, sobre todo, antes de los sellos negros. La CCU habÃa hecho volver en 1988 su promo “VÃstete Free” pero ahora sà a lo grande, sumando además a Orange Crush y Canada Dry. Como su nombre lo dice, regalaban prendas que aparecÃan bajo las tapas, como poleras y shorts, pero también otros premios más fáciles de ganar, más baratos pero más divertidos, como anteojos, corbatas humita, viceras, quitasoles y hasta globos de agua. Fue la auténtica promo entretenida del “barato, pero haaaaarto”, un poco emparentada con otra promo parecida, pero que regalaba bromas, también de la misma CCU, pero en otra temporada. Y no, esta época de promos con regalos bajo la tapa difÃcilmente volverÃa…
- ¿Cómo que no volverÃa? Se podrÃa hacer un concurso por internet, se jugarÃa escaneando el QR de la tapa y concursando por códigos que…
- ¡Seguridad, sáquelo!
Y nuevamente terminamos recordando un juguete importado por Abramowicz (ya saben, “Abrámovish” pa’ los amigos). En 1982, Hasbro lanzó en USA el Glo Worm, un peluche gusano con pijama que tenÃa una cabeza que, al apretar el mismo peluche, brillaba en la oscuridad. La pegó tanto en el paÃs del norte, que dos años más tarde, en 1984, lanzaron por allá también el Glo Bug, un insecto con la misma premisa. ¿Qué insecto? Ni idea. Y, por si con dos no basta, y recurriendo al comodÃn juguetero ochentoso, también nos trajeron al Glo versión guagua: el Glo Baby. Porque, si lo tenemos que hacer creepy, hagámoslo con todo: una guagua que brille en la oscuridad. Muaja jaja.
Y para rematar, un crossover que no lo veÃamos venir (o tal vez sÃ): Abramowicz “arrancándose con los tarros” recomendando pilas Duracell. Nah, Hasbro no tiene idea, pero voh dale. Porque con pilas de otra marca, el Glo Worm no anda ni pa’ atrás. Se sabe.
Este aviso se pasó en Chile en 1988 y desconozco (o no recuerdo) si al Glo Worm y sus amigos nos los habÃan presentado ese mismo año por la tele o antes.
¿Recuerdan la serie animada de los Glo Friends? Se lanzó en USA en 1986 (y nos llegó tiempo después) y tiene todo que ver con el Glo Worm y sus amiguis. Un comercial de media hora. Imperdible (?)
Ya llegan los tiempos de “el festival”. Porque asà le llamábamos en la era ochentosa, porque era el único evento masivo que habÃa, era el único festival que habÃa, por lo que llamarlo “de Viña” era innecesario, hasta redundante si me lo preguntan. Y habÃa sponsors que eran clásicos y estaban fijos cada año, entre ellos Wella. La compañÃa, hoy devenida al nicho profesional, en los ochentas era masiva. TenÃa varios productos como el Koleston, el Lifetex y, por supuesto, Olapón (que si lo conociste como Olapón, y no como Wellapon, porfa toma tu carnet y lúcelo con orgullo). La versión más antigua, la del jingle cantado, es la que se recuerda más. Pero también está esta otra, de fines de la era ochentiloca, que igual es una joya y, a ratos, una cápsula del tiempo.
Sergio Lagos, un periodista atÃpico, después de pasar por Canal Rock & Pop, consigue entrar a un nuevo canal para seguir haciendo tele. ...
La historia pop del Chile de las últimas décadas que ya no todos comentan. Un podcast que trae a la mesa en cada edición un tema antiguo, olvidado, o a veces, ambas cosas. Televisión, música, personajes... y lo que venga. Un tema a la vez y, obvio, Directo en el Carnet. SuscrÃbete... para que no te pierdas de nada y no estés a merced de los (no) avisos de la red social santurrona de turno.