Corrían los primeros días de Radio Corazón funcionando como tal, como una nueva señal de Cooperativa, luego de terminar la “marcha blanca” y, aunque aún no tenía jingle, ya contaba con “voztros” que presentaban los temas, como Patricio Torres y Fernando Alarcón, más un Andy Bravo que hacía sus primeras cosas en radio bajo su nuevo nombre artístico, Willy Sabor. Luego se sumaría Luis Gnecco en la hora, siendo “plantado” una y otra vez por su “pinche” de turno, además de la voz institucional de Jaime Muñoz y todo lo que le recordamos. Así, logró vencer a Nina FM, a la cual le encontró su punto débil y lo explotó. Voztros y mucho presupuesto, cosas que, al parecer, le permitieron dar el batatazo.
🔉 Archivo Canal Preto
Vámonos al final de la era noventosa y su incipiente Internet.
UOL (o Universo Online), empresa y portal de internet de capitales brasileños, llegaba a Chile a crear su versión local. Y, como todo portal de los muy inicios de la Internet “masiva” (y ese “masiva” ameritaría muchas comillas), también tenía que tener su e-mail gratuito. “No puedes no tener tu UOLmail” era la idea central. Básicamente, le intentaron hacer la competencia a servicios ya establecidos como Hotmail. Luego aumentaron la apuesta trayendo a Sergio Lagos para que les promocionara el servicio, con la segunda versión de su premisa, “Todo chileno tiene derecho a tener su e-mail”.
UOLmail resultó ser un espectacular desastre de servicio. Los e-mail tardaban días en llegar y los usuarios huyeron rápidamente hacia servicios mejores.
Hoy, al ingresar a uolmail.cl, se puede ver una página de texto en inglés con lo que parece ser un precario tablón de noticias y, casi al final, existe un ingreso de usuarios… ¿para los casi inexistentes e improbables usuarios que aún usen su UOLmail, después de más de 20 años?
[vía]
A Soprole, a ratos, le penan demasiado sus campañas viejas. Y es que no, no hay caso, olvídenlo, asúmanlo de una, cada vez que tiran el nuevo spot de los Postres de la Abuela, es instantáneo para toda una generación recordar este otro: el de la abuela que se resignaba a admitir que la leche asada Soprole era casi-casi-casi tan buena como la suya.
Tranquila, weli… Soprole todavía no sabe tejer. Y no va a aprender. No va a aprender.
[vía]
Por alguna razón se recuerda bastante esto. Entrando en el terreno de las drogas duras, Frugelé de Ambrosoli. Con la idea de cambiar palabras por frutas, inventaron esta escena que les sirvió un poco para desmarcarse de la golosina pa’ cabro chico e intentar algo más adulto. Mal no les fue. Aunque… aún mi favorito es el “¡Se sacan de a uno! ¡Hazlo por el niño!”.
[vía]
Antes de los “Yupiboys”, el refresco Yupi tenía de personaje al Efe, interpretado por Daniel Muñoz, quien no vivía sólo de zapatos Pluma y de combatir la bototitis y los copiones. Llegó hasta a hacer el spot de un concurso en el que, enviando por correo sobres de Yupi, se podía participar en sorteos de bicicletas. Y todo con su loco estilo. ¿Qué época de Yupi fue mejor, la del Efe o la de los Yupiboys? La moch… perdón, la elección está servida.
[vía]
¡Momento sing-along! 🎤🎶😂
Trodat Telecom fue un plato. No conformes con la [inserte calificativo chusco aquí] “Línea Chacotera”, también se embarcaron en servicios telefónicos como el “Departamento de soltero”, y varios concursos, algunos de temporada como el “Hola Navidad”, y otros que aparecían de cuando en cuando como éste: “Gana sí o sí respondiendo sí o no”. La cantidad de gente que llamó y efectivamente ganó alguna cosa con esto, o si los cerebros tras esto aún siguen en libertad, son conocimientos que escapan al alcance de este humilde gil. Pero hay algo que me intriga: la que canta este “jingle” (seamos generosos, “jingle”) también cantaba todos los otros… y locuteaba… y de seguro agarró uno que otro cameo. Era como “la multiuso”. Sería una interesante misión conseguir su declaración acerca de algo que, aunque no lo haya sido, su bajo presupuesto e incheckeable legitimidad le valió la fama de truchedad absoluta y una de las cosas más “dudosas” que haya visto nacer la tele en Chile. Nah, mejor no.
Trodat Telecom, gracias por tanto, perdón por tan poco.
[vía]
El “coso” que muchos quisieron, pero pocos tuvieron. En 1985, Hasbro lanza en Norteamérica los “Watchimal”, animales de peluche que, al abrir su boca, daban la hora. En ninguna época de su vida infantil dieron más ganas de ver la hora, para quienes lo tuvieron, que en los primeros días de recibir un Watchimal. Aunque, como relojes, prácticamente eran súper genéricos, con el módulo más básico que pillaron, módulo que importaron en cantidades groseras desde algún país como China. Si la gracia era el peluche, po’. El reloj, al final, era como la tonta excusa pa’ venderte un peluche usable (o un “wearable” como dicen los siúticos ahora).
Y, aunque el Watchimal estaba más marketeado para niñitas, también hubo unos símiles para niñitos, más rudos y malotes, llamados Slime Time. Y en este aviso para Chile de 1988, la importadora Abramowicz (“Abrámovish” pa’ los amigos) pareciera que quiso hacer un mashup de ambos productos en un solo spot. No sé por qué me tinca que los gringos nunca vieron esta mescolanza.
[vía]
Esto pasó antes de todo el show del 3D con el que quisieron adornar el cine, los lanzamientos en Blu-Ray y que nos metieron hasta en las nuevas teles LED en los dosmildieces.
Era el invierno del ‘92, y en el Canal 13, anunciado por el tío Javier Miranda y Pilar Cox, nos tenían la nueva novedá pa’ loh regaloneh: la tercera dimensión de Martes 13. Cada martes, se estrenaba un videoclip de algún cantante nacional, el que, para lograr el efecto 3D, hacía uso de elementos en escena ubicados en distintos grados de profundidad, los que eran grabados con una cámara que, o bien se desplazaba horizontalmente, o rodeaba al sujeto haciendo un círculo. Así, y usando unos lentes especiales para mirar la pantalla del TV que uno tuviera en casa, se lograba el 3D. Y aquí voy a hacer una reivindicación contra lo que mucha gente que no vivió la época se ha encargado de desparramar: el efecto 3D de los clips de Martes 13 SÍ ERA REAL. Con los lentes, que se podían conseguir en la Copec, en buenas condiciones, funcionaba.
Ese año 1992 fue el primer año en que salía del barrio para ir al colegio. Gracias a eso, y sólo a eso, fue que tuve mis lentes 3D de Martes 13, porque ese tipo de cosas, así como la gran mayoría de las promociones, nunca llegaban al barrio. Y, naturalmente que, como con cualquier cosa novedosa, aparecieron los revendedores callejeros. El lente 3D, de cartón y que tenía celofanes claro y oscuro, y que en la Copec costaba 70 pesos, los revendedores a la salida del Metro lo vendían a 200. Cuando la gente reclamaba que por qué a 200, el sujeto les respondía de vuelta “¡anda a la Copec, po!”
Ésa fue la última temporada de Javier Miranda y Pilar Cox en Martes 13. Fueron reemplazados por Eduardo “Guayo” Riveros y Viviana Nunes, que también dejaron lo suyo.
El Spot del Recuerdo: Sky (¡No, mi amor! ¡La novicia rebelde!) (1999)
- Por Preto
- noviembre 17, 2023
Sky aprovechaba muy bien la censura que hacía Metrópolis-Intercom, riéndose del problema y promocionándose como la TV paga que daba sin cortes ni censuras lo que otros no. ¡Ricardo Claro, a voh te dicen! “¡No, mi amor! ¡La novicia rebelde!”.
Los avisos de multitienda eran tan ingenuos. Falabella se lanzaba esta liquidación para el verano del ‘81 mostrando a un familión en el patio de la casa. Y no, por muy patio con piscina... ¡las familias igual aspiraban a algo de más presupuesto, po! Igual... es que no recuerdo un comienzo de la era ochentosa tan colorinche. O era el efecto de la novedad de la tele a color, en donde todo el color se debía desbordar en pantalla, o si no "no era a color", o qué.
(*) Emitido en 1981.