Ah... Viña 2018, la última vez que CHV hizo Viña... y quiso que se recordara su paso con un premio por primera vez entregado a un artista. Y el pato lo pagó Miguel Bosé. Ante el acto de Carolina de Moras quitando el velo del "Premio Ícono", al que las redes sociales calificaron como "collage de kinder", el pobre cantante tuvo que fingir gratitud y sorpresa, ante un premio que rápidamente el Rafa Araneda salió a mencionar que había sido supuestamente hecho por un diseñador y un artista, en un momento que, por poco, sería el papelón por el que más se recuerda a CHV en el Festival. El otro es la destrucción del show de Jamiroquai mostrando más al público que al artista, sí, también el mismo año. Esto las tenía todas para ser un "guatearon en Viña un día", excepto porque el que guateó no fue el cantante. Bosé nunca se llevó el collage, supuestamente aduciendo problemas de transporte por el peso y tamaño. Uff, no se vaya a caer el avión con 3 kilos más. 

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Partían los noventas y ya teníamos la primera revolución de los envases: nacían las botellas de plástico retornable, más livianas e irrompibles. Aquí se muestra a la Pepsi dar el paso, de la mano de su figura en Chile por esos tiempos, el actor Bastián Bodenhöfer. La Coca-Cola tenía ya una botella de litro y medio, pero era de vidrio, un auténtico botellón grande y pesado… ¡y sólo era de 1 litro y medio! Que todos se agarraran de la idea fue cosa de meses, tal vez semanas. Y atrévete a decir que cuando chico no jugaste a hacerlas rebotar.  

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Esto es de esa época en que todavía funcionaba venderle al ABC1 una cerveza nacional. Hay gente que aún considera este aviso de Royal Guard como una auténtica joya. Lo sigo viendo y aún no entiendo si había una historia tras esta secuencia de imágenes. Lo más singular de esta pieza es que todo el spot se ve en tonos de azul, en un intento de comunicar una suerte de “frialdad refinada”, todo excepto la cerveza y su logo. La tele a color nos había llegado hace escaso tiempo a la casa, así que por poco y no me doy cuenta en su época. La “banda sonora” es un espectáculo aparte, un 90% influenciada por el tema “Cursum Perficio” del disco de Enya de 1988 titulado “Watermark”. De ese mismo disco, hay otros ejemplos de música que terminó en otros spots de tele, como el track homónimo “Watermark” que terminó siendo usado en un comercial de la CTC, “Storms in Africa” que fue empleado en un comercial de cosméticos del que ya no recuerdo ni la marca y, cómo no, en ese disco también aparece “Orinoco Flow”, quizás el tema más abusado de la historia del new age de todos, de todos, de toditos los tiempos.  

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Luis María Pescetti es uno de esos casos súper desafortunados que tenemos la desdicha de ver de vez en cuando. No hacía meses en que había venido a la Teletón y ya se estaba subiendo al principal escenario chileno por ese tiempo, el Festival de Viña. Sin embargo, un juego que, para inventarlo no era necesario más que 10 minutos de esfuerzo mental, terminó por darle el tiro de gracia. Muchos aún recordamos el “chao, chao, chao” como uno de los momentos más desafortunados pero a la vez más “meh” del humor en Viña. Pescetti era un tipo que inventaba canciones, pero no era un comediante y se tuvo que vestir de tal. Al menos tuvo la decencia de reconocer cuando ya todo estaba perdido. Porque sí, hay otros (y otras) que no fueron capaces ni de eso.  

Porque lo que hoy es Unimarc… comenzó como Unicoop. Fundada en 1961, en un comienzo fue una cooperativa que instaló locales en barrios populares con un fin social. Tengo dudas de que esto sea del 70, la verdad, más que nada por el eslogan, que es de algunos años después. 

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Y aquí otro spot de la Financiera Condell que, a diferencia del de “Gerardo Baeza”, por alguna injusta razón no se recuerda tanto. “Imagínese, en Valparaíso, frente al puerto… ¡y no se veía el mar!” Aquí sí supimos qué se hizo con la plata. Porque, sorry, Gerardo Baeza, pero nunca supimos en qué te gastaste el billete. Perdóname que te lo diga. 

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Esto fue un pequeño fenómeno que vivimos comenzando los noventas. Resulta que un buen día nos mostraron esto por la tele y quedamos locos: había aparecido un chupete de caramelo que en el otro extremo tenía un canasto sobre el que se hacía levantar, soplando, una pequeña bolita. Era la “Bola Loca”, un producto de la trasandina Lheritier, empresa de golosinas que al día de hoy ya lleva más de un siglo en Argentina, pero que no era conocida en Chile, por lo que alguna empresa nacional tal vez tuvo la idea de importar tan singular producto. ¿La rompió aquí? Como cantaría Lolita en la radio AM, “sí, pero no”. Lo que pasó fue que equilibrar la “Bola Loca” requería práctica y no era fácil. Entonces, como ocurre con cualquier idea que pega, apareció la copia chilena, con un canasto más grande y alguna mejora en el tubito que hacía que equilibrar la bola fuera harto más fácil. Y la copia triunfó, al punto que era difícil conseguir la Bola Loca original y se conseguía más fácil la copia. ¿Qué empresa fue la de la copia? Sospecho seriamente de Fruna (no tengo pruebas pero tampoco dudas). En todo caso, duró bastante poco la moda. Pero mientras duró, nos dejó a todos locos.

* Emitido en 1990. 

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Y yo ni me moví de mi escritorio: así fue como Gerardo Baeza, en un spot fomísimo, saltó a la fama como el oficinista de clase media que logró conseguir un “préstamo” en la antigua Financiera Condell, tan sólo con una llamada telefónica, en tiempos en que la burocracia y el papeleo eran la realidad de todos los días. Hay otros spots con el mismo personaje, pero éste, guashito, éste fue el que lo comenzó todo. 

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Esto era tétrico. Re tétrico. Un superalimento que llevaba décadas en los yunaites, nos llega al fin: Avena Quaker. No día de sol, no gente feliz corriendo por la pradera, no niños jugando, no mascotas. Sólo un fondo negro y un plato conteniendo algo que parecía caliente y una serie de promesas, todas virtudes, para culminar con “uno de los alimentos más perfectos de la naturaleza”. No estábamos listos para esa conversación.

* Emitido en 1988.

Actualización: si no me creen que es tétrico, váyanse un ratito al 88, un día cualquiera a las 10 de la noche y lo ven en una tele en blanco y negro como la mía. 

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