Yo alcancé a vivir esta época aún como "niño". Hoy los "niños" son agrandados. Un niño de los de hoy, de 10 años, habrÃa decodificado esto de manera distinta. ¿Cómo este "producto" pudo tener tanto éxito y relevancia? ¿Por estar empalagosamente impregnado de amor? ¿Por despertar a los espectáculos más internacionales (aunque este programa estelar del 13 y también los de TVN nos tenÃan acostumbrados a un artista internacional por semana)? Yo creo que es simplemente porque abrió un nuevo paradigma de producto infantil. Un personaje que aunque cante más o menos, cante mal o simplemente no cante, compensa lo anterior con creces con ternura y, sobre todo, con belleza. Un producto que tuvo amplia aceptación no sólo de los "bajitos", de quienes se habÃa proclamado su reina, sino también de los papás y las mamás. Y asà como esta presentación en uno de los programas emblemáticos de la época de oro de los estelares, también hubo otras presentaciones por el mismo año en el Festival de Viña del Mar y en la Teletón, todas con tremendo éxito.
Xuxa ya llevaba algunos años de éxito en Brasil, su paÃs originario. Pero en Chile su fama comienza en 1989, cuando su primer disco internacional "Xuxa I" sale a la venta aquà y en otros cinco paÃses latinoamericanos. Como respuesta a los no menores prejuicios sobre su particular nombre, que en lenguaje vulgar en nuestro paÃs significaba cualquier cosa menos ternura y belleza, la artista declara que -en alguna extraña lengua que no recuerdo- su nombre significaba "sol bonito" ("xu" = sol; "xa" = bonito). Este "inconveniente" condujo a que inicialmente en muchos medios se le llamara como "equis-u-equis-a". Xuxa llegó en 1991 a ser parte de los 40 artistas con mayor fortuna en el mundo según Forbes. Por esos años existió además el rumor de que la reina de los bajitos estarÃa en conversaciones para realizar un programa de TV en Chile, lo cual nunca se concretó. A lo más existió un concurso para elegir a las "paquitas" chilenas, denominación que se usaba para sus acompañantes en el escenario. Sin embargo entre 1991 y 1993 realizó un programa de TV desde Argentina a través de Telefé y que se emitió en gran parte de Latinoamérica y que, además, tiene el "curioso" logro comunicacional de haber impuesto una particular forma de enviar saludos por parte de los niños argentinos, quienes aprovechaban las cámaras para enviar sus saludos "a mi mamá, a mi papá, a la Francisca, al Pepito y a todos los que me conocen".
Sin embargo, Xuxa es uno de los ejemplos más vergonzosos, impactantes y lapidarios de personas que habiendo entregado tanto, reciben el ya legendario "Pago de Chile". Primero, el supuesto mensaje satánico oculto en el tema "Danza de Xuxa" incluido en "Xuxa I", en donde la frase "...y entonces qué vamos a bailar?" una vez dada vuelta la cinta decÃa supuestamente que "el diablo es magnÃfico". Esta ridÃcula aseveración derivó en que muchos niños por iniciativa propia o de sus padres, quemaron sus cassettes, y sin considerar el cuestionamiento a su vestuario, el cual estarÃa plagado de "alusiones al demonio". Esto condujo a que, repentinamente, de la fama total pasó a ser parte de la historia. Pero la desafortunada presentación de la "Reina de los Bajitos" por segunda vez en Viña vino a poner la lápida final. La alteración de la letra de su track punta de lanza de 1989 "Ilarié" derivo al episodio que muchos recordaremos con tristeza y para siempre. Como parte de una innecesaria "compensación" esa noche le fue entregada la Antorcha de Plata, reconocimiento que posteriormente devolvió, regresando a su paÃs, con toda seguridad pensando en no regresar jamás.
En el Preto recordamos su actuación en Martes 13, show televisivo emblemático de los 80s y 90s. El aporte es de algún usuario de YouTube, cuyo canal pasó a mejor vida.
Los "dÃas de". Muchos dicen que los inventa el comercio para tener una excusa para poner en marcha toda una máquina marketera y vender más. Pero no es tan asÃ. Existen antecedentes de que el primer DÃa del Padre se habrÃa celebrado en Washington en 1910. Qué decir del DÃa de la Madre, cuyos orÃgenes se pueden hallar en la antigua Grecia.
El DÃa del Niño, al contrario de lo que muchos creen, de que es un invento ochentero, tiene sus antecedentes en 1925, año en que es conmemorado por la "World Conference for the Well-being of Children" ("Conferencia Mundial por el Bienestar de los Niños"). Luego, en 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomienda instaurar a nivel mundial un "DÃa Internacional del Niño" al cual se habrÃan sumado unos 40 paÃses. Finalmente, luego de haberlo proclamado por primera vez en 1954, la ONU adopta en 1958 un "DÃa Universal del Niño" fijado para el 20 de Noviembre, fecha que coincide con la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño.
Sin embargo, en cada paÃs este dÃa se celebra en dÃas distintos (era de esperarse...). En Chile, se instauró en forma oficial para el tercer miércoles de Octubre. Pero es facil deducir que al comercio no le gustó la idea, primero porque es en medio de la semana, y segundo porque es en la segunda mitad de Octubre... ¡cuando quedan apenas dos meses para Navidad! Fue por ello que, de facto, se consiguió trasladar este dÃa al segundo domingo de Agosto (un fin de semana, y en mitad del año... qué mejor). Luego aparece en la segunda mitad de los años '80 el Colegio de Publicistas de Chile, con una campaña encabezada por un jingle recordado por toda una generación. En los comentarios de este video alguien agregó que el jingle de marras fue lanzado en 1986. Le doy el beneficio de la duda.
Soy una princesita
con una sonrisa
y estoy esperando
alguna cosita
grande, chiquitita
que venga en este dÃa
para mÃ.
Hoy me siento grande,
soy de la pandilla
y este dÃa soy el rey.
No sé para usté, pero para mà esto fue lacrimógeno. Será que soy más sensible que el resto. Será que ya mi vieja se murió. Será que en ese año yo tenÃa casi la misma edad que demuestra el niñito del comercial. No sé. Pero es un clásico. "Porque eres mi hijo tú... eres el número 1 en el mundo... eres el número 1 en todos mis sueños...". Qué más grande cariño el de la madre. Tamaire, no quiero llorar.
Eran los ochentas. Si tenÃas un Atari eras un afortunado. Si no, siempre existÃa la tele. Y en la tele no sólo los dibujos animados de moda se llevaban los aplausos. También los comerciales y los productos de consumo ¿no? Asà ha sido el cuento siempre. HabÃa cosas que no fallaban: los coleccionables. Por esos años nos tocó a los niños de esa época ver autoadhesivos, figuritas, pulseras, botellitas y un largo etcétera. Y si a eso le añadimos palitos marcados... éxito seguro. En la segunda mitad de los ochentas aparecen los "Minisavoritos". Y un niño como de mi edad aparecÃa en medio de una selva diciendo "¿Sabes por qué están tan contentas? Porque ya tienen un palito marcado más diez pesitos para canjear un minisavorito...". Tan solo un palito marcado más mÃseros 10 pesos y ya tenÃas tu coleccionable. Y ojo, que aparece la figura del "producto imitación": "El león está super enojado, porque compró un Chocolito y un Lolly que no eran Savory, y no puede jugar con los minisavoritos. Acuérdate, los verdaderos Chocolitos y Lolly Pop son de Savory, los únicos que traen los minisavoritos. ¡FÃjate bien!"
Yo pienso que esto de los coleccionables derivo a lo que hoy conocemos como los famosos puntos que nos dan los supermercados o las tiendas de retail cuando vamos a comprar, y que en sà son algo feo y sin gracia. Pero son parte de una cosa que los marketeros llaman fidelización. Para seguir con mi colección y que no quede incompleta antes que se acabe la promoción, voy a comprar sólo helados de esta marca y ojalá me salga el palito marcado para completar rápido mi triciclo Savory y llenarlo de minisavoritos. Aunque el ejemplo más emblemático de coleccionable son los álbumes de láminas. Pero de eso, darÃa para una tarde entera.
Sà alguna vez se preguntó si a los canales de TV, más aún, a los canales de regiones, les daba para tener una unidad móvil, aunque sea sólo de producción, sÃ, les alcanzaba. En 1974, el mismo año en que como ya comenté que UCV Televisión llegaba a Santiago como canal pirata, fue realizado este clip promocional en que se muestra al movil del "canal 4", con las palabras "televisión" y "ValparaÃso" pintadas orgullosamente, circular por las calles porteñas. Finalmente llegan al lugar, montan las cámaras y, como si fuera poco, una cámara aérea da el final emotivo. Y todo con un bonito y emotivo jingle de fondo.
BONUS TRACK!!!
Si usté recuerda a Evercrisp, a la de los 80s, por sus papas fritas y la frase de Don Francisco cuando gritaba "¡Dónde está la papa!" y todo el público gritaba "¡AquÃ!"... déjeme decirle o recordarle mejor dicho, que no fue tan asÃ. De hecho incursionó en barras bañadas en chocolate. O sea, asà como chocolate-chocolate no creo, pero sÃ, asà nos la vendÃan. Y el nombre, más ochentero no puede ser. "Cototo", o su derivado, "cototudo" era como el "bakán" o el "la raja" o "la zorra" de los ochentas. Qué mejor que agarrarse de una palabra hecha de uso habitual para meter un producto. La podrÃan haber hecho. Pero a Evercrisp no la recordamos precisamente por sus barras de confite. Algo pasó ahà que no cuajó. Como sea...
Cualquier cabro chico como uno, que vivió al lado de una construcción, llega a familiarizarse con los materiales de construcción. Se hacen inolvidables el ladrillo "Princesa", el Elastol, que "agarra y no suelta" y su ilustración de un gran bulldog con cara de enojado, la Masisa, las cerraduras Scanavini, los enchufes Bticino, los pisos Flexit (¿aún existen?) y un gran etcétera (¿ve cómo terminé asà de rayado?). Pero hay un material que se queda con un lugar privilegiado y, más aún, como la gran marca de cemento de los ochentas (o incluso antes): el Cemento Polpaico.
"Cemento Polpaico, sÃmbolo de alta resistencia" rezaba el eslogan. Como muchas campañas de ayer y hoy, se basa en la figura del "superhéroe al rescate". FortachÃn, nuestro personaje destacado e Ãcono de la publicidad chilena de todos los tiempos (hay que decirlo) no hace nada. Aunque en verdad, lo único que hace FortachÃn es presumir de su fuerza con el saco de cemento al hombro. Pero en fin, la magia de la televisión nos hace creer que usted o yo, padre de familia, árbitro de fútbol, o simplemente en la circunstancia que se le venga a usté una crecida de rio o un camión encima, puede pescar el saco de Polpaico y en cuestión de segundos parar una ampliación, un Estadio Nacional completo en los terrenos de una cancha de barrio, una represa o lo que se le ocurra.
Esta campaña publicitaria es de 1978 y formó parte quizá de la camada de los primeros comerciales en color de la televisión chilena. Evidentemente editados en formato telecine, el tiempo les ha robado algunos colores, pero de todas maneras un gran aporte de la misma Polpaico que tiene su canal en YouTube.
Era linda la tele de antes. Pura fantasÃa.
Dificil un poco de imaginar, pero... ¿qué pasarÃa si el popular y querido Chavo del 8 fuera en realidad un producto hollywoodense y se quisiera hacer un trailer promocional? Eso está resuelto en este corto de algo más de 3 minutos de la factorÃa Enchufe TV (que ya nos tiene acostumbrados a ver puro filete), y contiene muchos guiños a la serie original mexicana. En 4 dÃas ya va en 7 millones de vistas y subiendo. Imperdible.
CorrÃan los ochentas y algunas compañÃas estadounidenses de desconocida reputación habÃan llegado a más que poner un aviso publicitario de 30 segundos en una tanda comercial. HabÃan evolucionado a comprar espacios completos al aire para transmitir sus programas propios. Pero no eran shows comunes y corrientes, sino que eran espacios de televenta. No necesito explicitar este modelo de negocio, porque la verdad es que ya todos lo conocemos. Como los resultados fueron exitosos en el paÃs del norte, no pasó mucho tiempo para que otras compañÃas replicaran el modelo en el resto del mundo. Y asà llegaron a Sudamérica y, obvio, a Chile.
El asunto primero comenzó abarcando canales medianos. TVN o Canal 13 eran palabras mayores y la venta de espacios completos no pasaba de lo hecho en los ochentas por el espacio religioso Club 700 y su cuestionado pero pionero y exitoso pastor norteamericano Jimmy Swaggart, que compró un segmento muy temprano en la mañana en TVN, a la hora en que Canal 11 emitÃa su matinal y los demás canales aún no iniciaban su transmisión. AsÃ, llegados los noventas, el primer espacio de este tipo fue "Arcadia, Novedades IncreÃbles". A medida que avanzaban los años y la televisión chilena expandÃa sus horarios de emisión con programación propia y, con esto, aumentaban los Ãndices de sintonÃa en una suerte de analogÃa del huevo y la gallina, los espacios que iban quedando comenzaban a hacerse más caros, lo cual inevitablemente terminó relegando este tipo de programación pagada a los canales más chicos. Y asÃ, llegamos a UCV TV.
No es mi intención empezar a contar la larga y triste historia del "primer canal de Chile" desde sus inicios en 1957 (que aunque ellos pregonen ese año, las transmisiones regulares comenzaron en 1959). Pero al menos las primeras cuatro décadas, salvo hitos que marcaron a toda una generación como Pipiripao, fue un tiempo en que la televisión regional siempre estuvo en desventaja frente a la establecida en Santiago, a tal punto que según la legislación vigente hasta los años 70 se les impedÃa a los canales regionales poder extenderse por el paÃs. A fines de los 60s, un terremoto deja los estudios enormemente dañados y fue desde esos años que se establecieron en los mismos terrenos en que está su planta transmisora, en el sector de Agua Santa. En 1974 llegan a Santiago como canal pirata, instalando una rudimentaria repetidora en el cerro Santa LucÃa que emitÃa en canal 5. Pero llegaban los ochentas y UCV TV se convertÃa en un canal por el que nadie, ni siquiera la propia Universidad Católica de ValparaÃso, daba un peso. En eso apareció el mencionado Pipiripao, con el mÃtico Roberto Nicolini a la cabeza, ocupando el espacio que dejó el Profesor Rossa cuando emigró a Canal 13. El resto, historia conocida. Sintonizar UCV TV en esos años era casi exclusivamente para ver el programa de Nicolini. El resto, peso pluma.
En los noventas comenzó la ocupación de los informerciales, como más tarde se les llamó en forma genérica. Pasaron los años y ya en la década del 2000 este tipo de programación pagada ocupaba casi la mitad de las horas de transmisión del canal porteño, lo cual llegó incluso a provocar una llamada de atención del mismo Consejo Nacional de Televisión.
Hoy, las cosas han cambiado. Se fueron los altos ejecutivos "con algunos cursos de administración" y llegaron profesionales de verdad a hacerse cargo del canal, destacando a Enrique Aimone, quien a poco andar provoca un punto de inflexión trayendo programación envasada, primero en alianza con Canal 13 y luego por su propia cuenta, e instaurando un área de prensa que de a poco comienza a convertirse en una alternativa de peso, a la hora en que los demás canales programan espacios misceláneos y teleseries. Pero aún existe ese karma que no es sino producto de años de ceder a la programación pagada para mantener la señal al aire de forma "más o menos" rentable. A ratos pareciera que los editores de Publimetro en sus ratos de zapping jamás se han paseado por UCV TV. No han notado la calidad de sus noticieros ni las series, ni nada de lo nuevo que se puede ver actualmente por esta señal. Siguen pegados en los cinturones adelgazantes, en los cuchillos milagrosos, en las máquinas de ejercicio y, penosamente también en ese Falabella TV que aunque con un respaldo de una marca y una empresa potente detrás, sigue siendo del montón. Los infomerciales no han desaparecido del primer canal de Chile. Pero ya es hora de actualizar la percepción.