El Mundo Casi Real #2: El Cheque Restaurant de cada dÃa
- Por Preto
- diciembre 06, 2010
SÃ, huachita, igual te invitarÃa un cafecito. |
Pero ya trabajando, las cosas cambian. Uno sigue comiendo con vales, pero ya no es beneficencia sino que es parte de la "recompensa" por el trabajo hecho. Y los vales cambian de aspecto, de tamaño y hasta se ven más decentitos. Y llevan un nombre que les da un poco más de pelo: "Cheque Restaurant". O sea... un cheque. ¡Tooooooop pos! (SÃ, claro...) Y los diseños son de gente linda y cuica que te mira a los ojos. Los meses que ponen una foto de un hombre da lo mismo, ojalá pase rápido el mes porque uno tiende a cortar el cheque por el prepicado y no mirarlo mucho. En cambio, cuando aparece una mujer, dan ganas de mirarlo por un rato más y si uno pasa por una etapa más depresiva y "forever alone" de lo normal, hasta pasarse rollos. Si huachita, igual te invitarÃa un cafecito después de eso que estás comiendo.
¿Y de dónde sacarán esas fotos? Me imagino los casting de Sodexo para buscar "rostros" de Cheque Restaurant, y en la fila, diálogos como éste...
- ¿Hola? Mira tú dónde nos vinimos a encontrar...
- Si poh, hay que hacerle a lo que venga...
- ¿Y venÃs asà no más?
- ¿VenÃ' a mirar en menos la pinta? Me conseguà esta ropa con una amiga que tiene el closet repleto... Hay que verse interesante, igual...
- ¿Y ensayaste algo?
- Igual no mucho. Lo único que hice el fin de semana fue estar con el tenedor en la boca todo el rato. Más lo que me hueviaron...
Ahora ya veo menos cheques restaurant en la oficina. Muchos prefirieron cambiarlo por recibir el monto como parte del sueldo. Es que tres lucas lo encuentran mucho chancheo. Entonces en vez de comer algo de tres lucas, comen con dos lucas y la otra luca al bolsillo. Incluso muchos se llevan comida preparada de la casa. Ni cuando estudiaba me dio por hacer eso. Y el problema ahora es que muchos con los que a veces almorzaba hicieron eso de cambiar los cheques por plata, y van a comer a otro lado más barato.
No me quejo. Como rico todos los dÃas. Aunque de 2 a 3 sea un forever alone de mierda.
- Hey, espera... ¿para el calor?
- Te explico...
Y ahà se mandó una explicación que muchos no nos imaginamos siquiera. Resulta que cuando uno siente frÃo... ¿por qué siente frÃo? Pues porque en comparación con la temperatura ambiente nosotros tenemos una mayor temperatura corporal y por eso sentimos que el exterior está "más frÃo". Y con el calor, el mismo cuento: sentimos calor porque tenemos una menor temperatura que la del ambiente, y por eso lo sentimos "más caliente".
Notable explicación. O sea que todo lo que nos han vendido por años y años, esas modelos de bebida gaseosa tomándose el brebaje bien helado y el clásico "¡¡¡aaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!"... ¿era todo mentira? ¿Se terminará el negocio millonario de las fábricas de helados, asà de golpe y porrazo? ¿Comenzarán los "team" veraniegos en las playas a repartir café? ¿El termo será el compañero de veraneo ideal? ¿Comenzaremos a usar estufa antes de salir de casa para no sentir más calor afuera? ¿Tendremos al perro de Lipigas diciéndonos por tele que nos refresquemos "a puro calorsh"? Es que no me calza.
Lo único que podrÃa usar para tratar de confirmar este magno descubrimiento: en cierta época, llegue a tomarme hasta 6 cafés diarios en la oficina. Y en verano. O sea, no es menor la gracia, con 30 grados de calor afuera. Es que en ese tiempo yo era un torrante. Lo admito. Y en mi casa con suerte tenÃa té. Y en bolsita, pa' más recacha. Entonces tomar un Nescafé todo rasca en vaso de plumavit era top. Pero nunca para capear el calor, cómo se te ocurre.
Hasta que llegó este iluminado con el cuento.
La próxima vez que cocine pollo, creo que lo voy a meter vivo al horno a doscientos grados de calor y cuando lo saque le voy a preguntar si siente frio o calor. Lo único malo es que, no sé por qué, pero me tinca que no me va a decir ni pÃo.
El Spot del Recuerdo: Cerveza Pilsener ahora es Cristal (1977)
- Por Preto
- noviembre 18, 2010
Cerveza PÃlsener, la misma que llamaba a comienzos de los 70s, en plena Unidad Popular, a empinarse una dos y tres y finalmente quedar raja de curao, finalmente es etiquetada. SÃ, porque antes de esto la botella no tenÃa ninguna etiqueta. Era rasca comprar y tomar Pilsener. Y que tuviera etiqueta no tenÃa mucho sentido: después de todo, los viejos en esos tiempos, cuando iban a la botillerÃa de la esquina a comprar las "pilsen", comunmente llevaban bolsas (ya sea la del pan o por último la bolsa de la feria) y no andaban mostrando la botella a todo el mundo. No importa si compraban una botella o más, la bolsa iba igual. Porque eso de irla mostrando, eso sà era rasca. Más aún cuando los viejos nos mandaban a nosotros, cabros chicos, a comprar dichos bebestibles. Se veÃa feo un niño llevando la botella de "pilsen". No era como ir a comprar la Coca-Cola de litro pa'l almuerzo del fin de semana. Ahà daba lo mismo, o casi, porque siempre existÃa el riesgo que la botella, pesada, se nos cayera en el camino y ahà sà se fue todo a la cresta: castigado, a la pieza sin comer y yada, yada, yada.
Asà la cosa, hasta que los genios de marketing de la CCU a fines de los 70s se les ocurrió la genial idea de etiquetar la botellita. Y la bautizaron como "Cristal".
¿Y qué hicieron los viejos? La siguieron metiendo en la bolsa.
* Aportazo de museopublicidad en YouTube.